«Busqué la Iglesia para sentirme segura»

Publicado el 26/03/2021
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«Busqué la Iglesia para sentirme segura»

“Busqué la Iglesia para sentirme segura”, recordaba Yadira Portillo, una mujer venezolana que emigró desde su país hasta España buscando un futuro mejor. Compartió su testimonio y la historia de cómo llegó a Cáritas, en la rueda de prensa que la institución organizó el pasado jueves, en el Seminario Metropolitano, para dar a conocer a los medios de comunicación su labor en estos doce meses, desde que se declarara el primer estado de alarma en el país, debido a la Covid 19.

Ante los periodistas presentes, relató con voz entrecortada cómo fueron los últimos años de su vida en Venezuela, con su marido y sus dos hijos; cómo tuvieron que vender el negocio, heredado de sus suegros y que con tanto esfuerzo habían logrado acrecentar; la inseguridad en las calles debido a la miseria que sufre la gente en el país, la falta de servicios  básicos  como  agua  o  electricidad –impresionante el momento en el que relataba cómo trasnochaban para coger agua una vez al mes, llenando hasta los vasos más pequeños que tenían–, pero especialmente estremecedor era oírle recordar la enfermedad de su marido –diabético e hipertenso–, la falta de medicinas en el país, o la pésima situación de los hospitales, donde no facilitaban ni el agua para beber, ni estaban disponibles los aseos. Su marido finalmente falleció, y su familia, de cuatro miembros (tenían un hijo y una hija), que siempre había estado tan unida, se dispersó por el mundo.

Yadira finalmente vino a España para reunirse con su hija. Llegó a Asturias sin papeles, y sin conocer nada del lugar. Se dedicó a pasear por las mañanas y un día decidió entrar en la parroquia del Cristo de las Cadenas. En su fuero interno le proporcionaba seguridad, toda la que no había vivido en los últimos años en Venezuela, donde la gente podía matar por conseguir un kilo de azúcar. El párroco le puso en contacto con Cáritas y desde entonces, forma parte del proyecto “Porvenir”, donde se prepara para conseguir un empleo, mientras espera a que su situación se regularice.

La historia de Yadira es la de tantos otros inmigrantes que han tenido que acudir a Cáritas en estos últimos tiempos. No son los únicos. Cáritas Asturias ha desvelado que 2.151 hogares recurrieron por primera vez a Cáritas en 2020 –un 42% del total de las familias que atienden–, y de ellos, el 47% lo hicieron durante los meses de abril, mayo y junio (cuando el confinamiento fue más severo).

Desde hace varios años, de entre las familias que acompaña Cáritas, destacan varios perfiles concretos: los hogares de una pareja con hijos (26%), hogares monoparentales donde al frente está una mujer (21%) y los hogares unipersonales, que suponen un 20% sobre el total.

Además, el 50,3% de todos los hogares atendidos durante el 2020 son emigrantes y refugiados, procedentes en su mayoría de países de Latinoamérica y el Caribe, destacando Venezuela y Colombia. Se encuentran con escasos recursos y una situación administrativa irregular, que deberán intentar solventar en un proceso lleno de dificultades legales, económicas y sociales, que se han agravado en este último año.

Junto con el testimonio de Yadira, comparecieron en la rueda de prensa la directora de Cáritas Asturias, Aurora García; el secretario general, Ramón Méndez-Navia, y Pilar Díaz Cano, responsable del servicio de análisis y estudios de Cáritas.

Entre otras cosas, destacaron que el perfil de hogar que acudió a Cáritas en el año 2020 cuenta con muchos menos recursos económicos y se encuentra en una situación de exclusión y pobreza económica severa, y desciende significativamente el número de familias que cuenta con algún tipo de ingreso.

Además de presentar la situación de este último año, también se quiso hacer público que, desde que la institución lanzara, el pasado 14 de marzo de 2020, la campaña “Cáritas ante el covonavirus”, hubo una gran movilización de ayuda y solidaridad, que permitió recoger 409.917 euros en donativos, que hicieron posible que se pudiera responder a las necesidades más urgentes. También se registraron 769 nuevos donantes y 94 personas más se comprometieron como socios, con una cuota periódica.

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