«El Aula Cultural nos conecta con el barrio»

Publicado el 10/01/2019
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«El Aula Cultural nos conecta con el barrio»

Entrevista a Alberto Reigada Campoamor, párroco de San Francisco Javier de La Tenderina

¿Cómo nace el proyecto del Aula Cultural en la parroquia?

Comenzó hace cinco años y forma parte de una iniciativa que surgió con motivo del plan pastoral diocesano que se puso en marcha tras el sínodo. Una de sus propuestas era crear iniciativas culturales en las parroquias en el camino que apuntaba Benedicto XVI de llegar a Dios a través de la belleza y la cultura en un ámbito abierto. En nuestro caso se enmarca dentro del proyecto: Jueves de San Javier (JJ).

Háblenos de esos jueves.

Estas dos siglas engloban todas las actividades que se realizan cada jueves en la parroquia dentro del plan pastoral. El primero se destina a la comunión, para fomentar la corresponsabilidad de los laicos.  Los representantes de los distintos grupos de la parroquia nos reunimos en el consejo y desde él hacemos un seguimiento de las acciones que se realizan. Sin este consejo no sabría cómo llevar la parroquia. El tercer jueves lo dejamos libre para nutrir a la comunidad con la oración ante el Santísimo expuesto. Con la ayuda de las hermanas eucarísticas lo hemos planteado de una forma guiada con una reflexión, oración en común, un canto. El cuarto jueves está dedicado a la formación con múltiples iniciativas destinadas a los agentes de pastoral. El segundo jueves está destinado a la cultura y ahí es donde encontramos el Aula Cultural.

¿Qué actividades se realizan en ella?

La iniciativa se propuso en las diócesis cuando se habló del Atrio de los Gentiles y de las ideas que salieron fundamentalmente de una ponencia que dio el vicario general donde animaba a que desde las parroquias, unidades pastorales o arciprestazgos se realizaran actividades culturales que pudieran abrir la parroquia a otras personas o iniciativas.

Con estas premisas comenzamos en el consejo parroquial a pensar en actividades. El pasado año antes de Nochebuena se buscaron poesías españolas donde el tema de la encarnación o la Navidad se decía con una especial belleza, leídas por lectores de la parroquia, intercalando villancicos de ocho países. El aula estaba llena. En torno a la Semana Santa hacemos otra similar acercándonos al misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor sirviéndonos de un texto, pasajes musicales, cuadros famosos. Se ha profundizado también en el  conocimiento de la Sagrada Escritura y de todos los escritos del Papa.

También proponemos el acercamiento a temas concretos desde una perspectiva más humana. Por ejemplo, el acompañamiento o un curso entero dedicado a la acogida en el que estuvimos en contacto con algún profesor de la universidad, con el teléfono del esperanza y desarrollamos mediante varias aulas teóricas y prácticas todo lo que implica, para hacer entender que la parroquia tiene que tener puertas abiertas.

¿Han logrado transmitir ese mensaje?

Nosotros tenemos un lema “So-mos parroquia, hacemos barrio”, la identidad se manifiesta en el “somos” porque la parroquia tiene que mostrarse con gestos, obras y palabras. A lo largo de estos años mirando hacia atrás agradecidamente vemos que el nombre de San Javier ha impregnado todo el barrio y que la parroquia está presente en otro tipo de iniciativas, como la asociación de vecinos,  porque en ella tienen cabida no solo los que manifiestan su fe sino aquellos que quiere hacer un mundo mejor, o la coral que lleva el nombre de San Javier allá donde van. Ahora, coincidiendo con la construcción del nuevo templo, estamos planteándonos abrir un espacio de acompañamiento tanto para la gente mayor que siente la soledad, como para la gente joven que ha pasado por la parroquia y el recuerdo vuelve a traerles. En ese sentido tenemos el caso de la cofradía de los Estudiantes, con sede en San Francisco Javier, a través de la cual viene mucha gente que estaba alejada. Los objetivos que vamos trazando cada año, como el aula cultural nos sirven para conectar con el barrio y que tengan a la parroquia como un lugar propio.

Este año además con unas esperadas obras que ya se ponen en marcha.

La parroquia cumple 60 años este 2019 y en aquellos tiempos se hicieron muchas iglesias nuevas en Oviedo. San Francisco Javier comenzó en un bajo parroquial muy pequeño con el proyecto de hacer una gran obra al estilo de las parroquias francesas de los 60 que además centro de culto tenían cine, aulas para clases, casas para los sacerdotes… En los barrios populares el Ministerio de la Vivienda colaboró, pero se gastó el presupuesto y del proyecto inicial en la Tenderina solo se hizo el cine, las viviendas y los salones.

Por eso necesitamos mejorar los accesos y ampliar porque en la iglesia no cabemos todos. Gracias a Dios después de muchos inconvenientes esta próxima semana veremos que comenzarán los trabajos y esperamos que al final del verano la comunidad pueda tener un lugar donde reunirse y pueda acceder en condiciones dignas.

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