Con motivo de la Jornada por la Vida que se celebra este próximo lunes, 8 de abril, el Centro diocesano de Orientación Familiar de Oviedo organiza al día siguiente, martes 9 de abril, a las 20 h, en su sede (Calle Rector Leopoldo Alas Hijo, 3), una charla sobre el «Reconocimiento Natural de la Fertilidad», un tema que, si bien no es nuevo, aún es muy poco conocido. Estará impartido por la doctora Mónica Bazó y la bióloga Esther Uriol, ambas monitoras del Método Billings. Hablamos con Mónica Bazó sobre esta conferencia y sobre los métodos naturales que existen para el reconocimiento de la fertilidad.
Para que nos podamos situar, ¿En qué consiste el Reconocimiento Natural de la Fertilidad?
El reconocimiento natural de la fertilidad consiste en que cada mujer sepa, con los indicadores que tiene, que ve y que siente, reconocer cómo es su ciclo, en qué consiste, cuáles son las partes de su ciclo, e identificar los períodos fértiles e infértiles.
Esto, ¿para qué puede servir?
Puede servir tanto, en el caso de que se esté buscando un embarazo, aumentar la probabilidad del mismo o, en caso de encontrarse en la situación de tener que espaciarlo, saber cuándo es mejor tener relaciones para no quedarte embarazada.
Esto tiene que ser un proceso y requiere un aprendizaje, ¿cómo se lleva a cabo?
Lo mejor para una persona que quiere aprender algún método es buscar una monitora y una asociación que esté acreditada y hacer el curso.
¿Qué dice la Iglesia sobre los métodos naturales?
La iglesia dice son viables, en el marco de una persona católica, porque tú no estás poniendo, al emplear un método natural, ninguna barrera ni física ni hormonal para decidir lo que quieres hacer.
La doctora Mónica Bazó
Parecen todo ventajas, tanto económicamente, y desde luego físicamente, en el sentido de que no es necesario medicarse en absoluto sino que solamente sería necesario conocer el funcionamiento del cuerpo de la mujer para tener un control sobre su fertilidad. Es pura naturaleza. ¿Por qué entonces estos métodos son tan poco conocidos?
Son tan poco conocidos, en primer lugar, porque es mucho más fácil utilizar una anticoncepción hormonal, que estar pendiente y registrar cada día lo que observas en tu cuerpo. Y por otro lado a estos métodos se les ha desacreditado mucho porque con frecuencia decimos que usamos métodos naturales pero no hemos hecho ningún curso, no tenemos un buen conocimiento de los mismos y hemos perdido un poco de fiabilidad en ese aspecto. Hay mucha gente que los usa pero no con la correcta acreditación.
Hablamos ahora de fiabilidad y esto es muy interesante. ¿Qué fiabilidad tienen los métodos naturales?
Pues depende del método que uses. El Médodo Ogino, que fue el primero que salió, está bastante desacreditado porque consiste simplemente en contar días, y lo cierto es que hay muchos factores que influyen en el ciclo de la mujer, por lo que no puede ser tan simple como eso. Pero, por ejemplo, si nos metiésemos en el método Sintotérmico, que combina moco cervical y temperatura, o en el Billings, que tiene unas reglas muy estrictas para poder seguirlo, o por ejemplo en el Creighton, sí que es verdad que entraríamos en un porcentaje mayor de fiabilidad en caso de que se hicieran bien, con un buen conocimiento de los mismos.
Estos cursos, ¿dónde encontrarlos? ¿Cómo llevarlos a cabo?
Pues por ejemplo en Oviedo, en el Centro de Orientación Familiar de la Diócesis, estamos dos monitoras, Esther y yo, que hemos hecho el curso del método Billings y estamos acreditadas por una asociación que se llama Woomb España, que, en España, tiene su sede en Madrid.
Luego, si una persona quisiera hacer el Sintotérmico porque le gustara más el tema de la temperatura, puede irse por Renafer. Si quisiera hacer el método Creighton, podría hacerlo con Elena Marcos, una doctora que está en Madrid, o también podría hacerlo con Naprotec, o con Fertilitas, depende un poco del que quisiera hacer cada una.
Presencial, en Asturias estamos solo nosotras de momento, que yo sepa. Los demás cursos serían online, que se puede hacer perfectamente y no hay ningún problema.
Todo esto se puede englobar dentro de un movimiento mucho más amplio que es el de la Naprotecnología, un área médica de la que cada vez se oye más, especialmente gracias a los testimonios de mujeres que cuentan su experiencia de embarazos después de un largo periodo de infertilidad. ¿Podrías contarnos en qué consiste?
Sí, la Naprotecnología, para quien no lo sepa, es un término que significa Tecnología de la Procreación Natural. Es un área médica que se desarrolló a partir de la medicina restauradora de la fertilidad, que era lo que se hacía previamente a las técnicas de reproducción asistida. La naprotecnología lo que investiga es la causa por la cual la mujer no puede quedarse embarazada y también tratar algunas patologías que, en la medicina convencional, se tratan simplemente con un anticonceptivo, sin mirar un poco más allá.
Esto tiene unos resultados bastante buenos, incluso en algunas patologías, superando la efectividad de la fecundación in vitro. Y la verdad es que el abordaje de la mujer desde mi punto de vista es mucho más respetuoso que la medicina convencional. La Naprotecnología además trabaja con el método Creighton de base, que viene a ser el método Billings estandarizado. Entonces, gracias a ese método se pueden reconocer muchas más cosas que sin estudiar probablemente el ciclo de la mujer ya que cada mujer es única y cada ciclo es distinto.
Es una pena que, habiendo esta opción, la gente no la busque con la facilidad con que la tiene delante. Es importante darla a conocer mejor.
Lo cierto es que aquí en Asturias no se encuentra esta especialidad hasta el momento ¿verdad?
No, porque formarse en la Naprotecnología la verdad es que requiere un esfuerzo importante, hasta el punto de que los médicos tienen que irse a Estados Unidos una temporada. No es fácil ni barato tampoco.
