«Ellas somos Nosotras» es el título de la iniciativa que ha lanzado Cáritas con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, con la que destaca el potencial de la mujer en la sociedad y recuerda la necesidad de seguir promoviendo la igualdad entre hombres y mujeres, así como alertar de que en muchas ocasiones las situaciones más vulnerables que viven las mujeres van acompañadas de violencia. Para la Directora de Cáritas diocesana de Oviedo, Elsa Suárez, «es necesario insistir sobre la necesidad que hay de atender a las mujeres que padecen situaciones de exclusión social, que impiden acabar con las desigualdades». En este sentido, afirma que «son múltiples los retos pendientes para avanzar en el derecho de las mujeres a la igualdad y a una vida libre de todo tipo de violencia». Situaciones que desde Cáritas son bien conocidas, ya que en el acompañamiento que se lleva a cabo y en los proyectos en los que se trabajan, se ve claramente que «las grandes desigualdades y los mayores focos de pobreza tienen rostro de mujer».
Cáritas diocesana de Oviedo subraya que en Asturias trabajan para poner el foco en tres escenarios especialmente duros para la mujer:
Por un lado, las emergencias humanitarias, donde se demuestra que las mujeres son más vulnerables en este tipo de conflictos, y sufren una doble victimización. Un hecho que queda patente en los datos sobre las ayudas a refugiados por la guerra de Ucrania desde hace un año. En Asturias, Cáritas diocesana ha atendido a 692 personas, 242 menores de 18 años. El tipo de hogar mayoritario ha sido el monomarental, con un 38% del total compuesto por mujeres de 35 a 45 años acompañadas de sus hijos menores de edad. Otro tipo de hogar con un porcentaje relevante es el unipersonal, que alcanza el 23% del total, y está compuesto en el 80% de los casos por mujeres.
Por otro lado, la precariedad laboral, informa Cáritas diocesana de Oviedo, es otro de los ámbitos donde las mujeres lo tienen más complicado. Ellas representan el 60% del paro, y están expuestas a una mayor precariedad laboral. De hecho, el 64% de las personas acompañadas por Cáritas en sus programas de empleo son mujeres. Así lo confirma Miriam Gozalo, responsable del programa de Economía Solidaria en Asturias, que afirma que «las mujeres se ven afectadas por más paro, sueldos más bajos y jornadas más parciales. El estado de bienestar hace recaer sobre las mujeres las tareas de los cuidados, lo que limita su inserción laboral y tiene graves implicaciones a nivel personal y social: menor independencia económica, menor acceso al ocio y la cultura y menor participación en la vida democrática de su comunidad».
Y finalmente, el «sinhogarismo», ya que las mujeres que se encuentran con este grave problema sufren «una vulnerabilidad extrema», tal y como señala Cáritas, y en muchos casos, precedida de situaciones de violencia.
