«En 40 días por la Vida rezamos para cambiar los corazones»

Publicado el 05/04/2024
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«En 40 días por la Vida rezamos para cambiar los corazones»

Los voluntarios de la Campaña 40 días por la Vida en Asturias no serán los más numerosos de toda España. Sin embargo, han batido récords esta Cuaresma en número de Vigilias, de horas pasadas en oración: más de seiscientas horas rezando, de forma silenciosa y pacífica, frente a clínicas abortivas tanto en Oviedo como en Gijón. Por encima de la mayoría de las otras veintisiete ciudades que este año participaban en la Campaña, que como su propio nombre indica, tiene lugar durante los 40 días que dura la Cuaresma, comenzando el mismo Domingo de Ramos.

40 días por la Vida en Asturias ha celebrado este año su tercera campaña en la región. Son, como explica su responsable en la diócesis, Juan Pablo Oro, «40 días de oración y ayuno, rezando doce horas diarias por la vida delante de los centros abortistas que hay en la ciudad». Todos los días, desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la tarde, los voluntarios que se han apuntado se comprometen a rezar, por turnos, durante al menos una hora. «Tratamos de cubrir todos los turnos aunque a veces es imposible. Pero si no se puede, intentamos llegar a 9, 10 u 11 horas, las que sean», explica Juan Pablo Oro, que reconoce que para él «lo ideal sería rezar todos los días del año, las 24 horas, como sucede en alguna ciudad de Estados Unidos y de México».

En Asturias al menos ha sido imposible cubrir tantos huecos, pero el responsable de la Campaña destaca «el compromiso y la perseverancia de los voluntarios asturianos». Personas «muy constantes, muy entregadas para estar ahí cualquier hora, pendientes de concurrir a las horas que quedan vacías», a pesar incluso de la climatología adversa que no se lo puso nada fácil este año a los voluntarios. A pesar de la lluvia, el viento y el granizo, los voluntarios permanecieron fieles a su compromiso, aguantando también «algún que otro improperio» de los viandantes. Los voluntarios han firmado previamente un compromiso de comportamiento «pacífico», de no enfrentarse a las personas que se acercan a insultarles o a hablar con ellos de malos modos, como a veces sucede. Más bien al contrario, «se les escucha con amor», reconoce Juan Pablo Oro. Una conducta que más de una vez ha logrado cambiar la actitud de los que se les acercaban.

Juan Pablo Oro

Pero el balance de la actividad no es negativo, ni mucho menos. «Con esta experiencia, nosotros tomamos conciencia y palpamos realmente la fuerza y el poder de la oración, hecha con fe y humildad». De hecho, en la Campaña de este año en el mundo, hasta el momento, «se han salvado 250 bebés –dos en España–. Han cerrado 2 clínicas abortivas y un trabajador de una clínica ha abandonado esta labor», explica Juan Pablo Oro, de entre los 65 países en el mundo donde tiene lugar esta Campaña. Los dos últimos en incorporarse han sido Australia y Francia –París–, especialmente significativo ya que el aborto ha quedado este año recogido como un derecho en su Constitución.

«La fuerza y el poder de la oración puede comprobarse si se conoce la historia original de 40 días por la vida», explica su responsable en Asturias. Una campaña que nació en Estados Unidos cuando la multinacional abortiva Planned Parenthood quiso abrir en una ciudad del Estado de Texas una de sus clínicas, en contra del sentimiento de toda la ciudad. «Se organizaron manifestaciones en contra, se hicieron congresos, conferencias, simposios. Y las cifras del aborto subían de forma escalonada. Ante el sentimiento de impotencia que sentían tantas personas, un matrimonio decidió rezar, junto con otra pareja amiga, el rosario, frente a la clínica. Comenzaron a unirse más personas y poco a poco comprobaron cómo el aborto comenzaba a disminuir. En Estados Unidos este movimiento ha crecido hasta el punto de que hay Estados ya donde es prácticamente imposible abortar», explica Juan Pablo Oro, que afirma que «no se trata de que la oración logre derogar las leyes proabortistas, sino que cambie el corazón de las personas para que el aborto, no es que sea ilegal, sino que llegue a ser impensable en la sociedad»

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