«4 grados» es el lema que Cáritas Asturias ha querido elegir para lanzar una campaña especial de Navidad, que pone el foco en la situación de muchas familias que no pueden permitirse encender la calefacción en los meses más fríos del año. Según el último informe Foessa, los gastos que se generan en las viviendas son en estos últimos tiempos como un gran «pozo sin fondo», donde lo más prioritario se pone por delante de otros aspectos, como mantener el hogar a una temperatura confortable. Tal y como pone de manifiesto la propia Cáritas, «según el último dato de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE (2022), el número de familias que no pudieron mantener su vivienda a una temperatura adecuada aumentó un 189% con respecto a 2008″. Hablamos sobre esto y sobre la Navidad en los diferentes proyectos de Cáritas diocesana con su Secretario General, Ramón Méndez-Navia.
Ramón Méndez Navia
¿Por qué el nombre de «4 grados» para esta campaña de Navidad?
Bueno, siempre se intenta buscar algo que resulte especialmente llamativo, porque estamos bombardeados por muchísimas noticias y datos, hay muchos reclamos, ponemos los ojos en muchas cosas y creímos que quizá con «4 grados» haríamos que la gente se hiciera esa pregunta: «¿por qué 4 grados». Lo cierto es que ahora lo estamos comprobando: una de las primeras medidas es que va a haber este año es un incremento en los recibos de la luz y del gas, es decir, la energía se va a encarecer otra vez. Nosotros comprobamos que las familias lo primero que hacen es garantizar que pueden pagar la renta y el entender la calefacción, pues es un lujo que algunos en algún momento se lo pueden permitir y en otros no. Es lo que se denomina «pobreza energética». Pero en realidad, la pobreza es pobreza, sea infantil, sea energética, sea de lo que sea. Cuando no tienes recursos suficientes, priorizas y normalmente la calefacción es lo que queda más atrás. Nosotros pensamos fundamentalmente en aquellas familias con niños pequeños que en estas fechas de Navidad pasan más tiempo en casa y que puedan tener una cierta confortabilidad en el hogar.
¿Y cómo está siendo la respuesta por parte de los asturianos ante esta campaña?
Bueno, no tenemos aún los datos porque todavía siguen entrando donaciones. Pero hay una respuesta bastante positiva. Tenemos que destacar que ha habido aportaciones de particulares muy importantes, nosotros lo queremos agradecer y lo queremos destacar porque yo creo que ejemplifica el compromiso de las personas que tienen esa sensibilidad hacia aquellos que no tienen en estos momentos una situación lo suficientemente buena como sería deseada.
Lo cierto es que en Navidad siempre parece que se despierta especialmente el sentimiento más solidario de las personas y la gente es especialmente generosa .¿Ha habido alguna iniciativa especial por parte de empresas o grupos concretos?
Tenemos algunas iniciativas que ya se han convertido en clásicos, al llevarlas a cabo año tras año. Por ejemplo, el colegio de Santa María del Naranco siempre hace una colecta entre la comunidad educativa, este año también la han hecho con una muy buena respuesta. Luego, la Liga de fútbol ha hecho una donación de gorros y guantes para las personas sin hogar, que también eso soluciona ese detalle que se les hace a las personas que están con nosotros. Y luego, también el Ayuntamiento de Oviedo, a través de la concejala María Velasco, compareció en representación del Alcalde para llevar unas bandejas de embutidos, de canapés y de dulces navideños al Albergue Cano Mata, que eso es algo que a nosotros nos pareció un detalle muy significativo. Luego hubo también otros encuentros más puntuales. Por ejemplo, hubo una asociación de Langreo de mujeres de batucada, que estuvo en la Santina, y hubo también distintas visitas por parte de centros educativos. Yo creo que eso da una idea de que, la sociedad en general y en su abanico más amplio, de un signo y de otro, se acercan a estos recursos, algunos incluso porque conocen a gente que está pasando por situaciones complicadas y que está en los centros y también porque se ve que tienen esa sensibilidad especial.
¿Qué necesidades os llegan principalmente en estas fechas? No sé si hay algo propio de estos días de Navidad que suele resurgir siempre cada año.
Para las personas que están en los centros, la verdad es que este tiempo es complicado. Por eso, nosotros intentamos que la pequeña comunidad que se forma durante un tiempo, que sean ellos los que decidan cómo quieren hacer las celebraciones, qué cosas quieren hacer, qué les gustaría. Porque efectivamente, para algunos puede llegar a ser un tiempo muy difícil. Luego es verdad que también en el trabajo que se hace de acompañamiento vas viendo algunas señales esperanzadoras, como que hay gente se van a las casas de una madre, de un padre, de una tía, de un conocido, etc. porque van recuperando esos vínculos que se fueron perdiendo. Además, también solemos tener muchas visitas de personas en su momento estuvieron allí, que fueron usuarias de los recursos y que vuelven a saludar, a felicitar las fiestas, y para nosotros eso es muy bonito.
Claro en muchos de vuestros proyectos, sobre todo los que tengan que ver con niños, habrá habido vacaciones, pero en otros, como la Santina o el albergue Cano Mata o el CEA, donde la gente está viviendo, pueden no tener a dónde ir o estar en medio de un proceso que no es bueno que corten. Allí ha de vivirse todo este tiempo de Navidad, los trabajadores y voluntarios jugarán entonces un papel especial.
Sí, son momentos muy especiales. Además, en algunos centros, como por ejemplo en el CIFE, donde tenemos iniciativas de empleo, formativas, se hacen estos días Celebraciones de la Palabra, donde se encuentran personas de distintas religiones y donde queremos que sientan estos momentos, como momentos de inclusión. Una Navidad para todas las personas, con independencia del credo, de la ideología etc. Cuando se producen estos encuentros multiculturales, multipersonales, con gente que tiene situaciones muy diferentes, vivimos momentos especialmente emotivos, diría yo. Queremos que, además, todos tengan su espacio, que lo sientan como suyo. No como una celebración que nosotros hacemos y la imponemos, sino que es algo en los que todos tenemos algo que decir y algo que aportar.
