«Pocas catedrales tienen un grado de cumplimiento de su Plan Director, como el de la Catedral de Oviedo»

Publicado el 13/10/2023
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«Pocas catedrales tienen un grado de cumplimiento de su Plan Director, como el de la Catedral de Oviedo»

Este miércoles, 11 de octubre, tenía lugar, en el Museo Arqueológico de Oviedo, la presentación de una exposición itinerante sobre los 26 años del Plan Director de la Catedral de Oviedo. Sobre esta cuestión hemos hablado con el profesor de la Universidad de Oviedo, Vidal de la Madrid, uno de los mayores conocedores del templo de San Salvador y gran colaborador del mismo, quien ha compartido con nosotros algunas de las cuestiones fundamentales de este documento.

¿Qué es exactamente un Plan Director?
Un Plan Director es un documento de una complejidad excepcional, cuyo único objetivo es garantizar los valores asociados a los bienes objeto de protección, en este caso la Catedral de Oviedo y todo su patrimonio. Además es un documento muy complejo, sobre todo teniendo en cuenta la complejidad también del bien del que estamos hablando. La Catedral habitualmente se considera un edificio, pero realmente no es sólo un edificio, sino un complejo o conjunto de edificios que se van haciendo a lo largo de mucho tiempo, al cual se van incorporando nuevas construcciones o eliminando construcciones previas, se van atendiendo distintas necesidades a lo largo de ese periodo de siglos que va conformando la Catedral que hoy en día tenemos. También se van incorporando bienes muebles que son al mismo tiempo objeto de protección. Es por tanto un conjunto que debe ser protegido y el Plan Director es el documento que nos orienta en esa protección.

El catedrático de la Universidad de Oviedo Vidal de la Madrid

Cuéntenos un poco la historia de ese Plan Director. ¿Cómo se redacta y qué personas colaboran?
El plan director comienza a ser redactado en el año 95 y en el 96 ya empieza a hacerse hace la primera obra. Es redactado por dos arquitectos, Cosme Cuenca y Jorge Hevia, que son sus responsables desde su inicio hasta la actualidad y son las personas que elaboran el documento inicial. Ellos además son conscientes de que para que el plan director tenga una ejecución lo más perfecta posible tienen que colaborar con multitud de profesionales, y ya desde el primer momento desarrollan un documento con un valor pluridisciplinar y una ejecución de proyectos donde colaboran desde historiadores, aparejadores, arqueólogos, petrólogos etc. es decir, un montón de especialistas que tienen que ayudar desde su punto de vista o desde su especialidad para que el Plan Director en cada uno de sus proyectos pueda tener una resolución lo más eficaz posible.

En esta serie de obras que se definieron, que se tenían que cometer, ¿cuál fue la primera o la más urgente que se llevó a cabo?
El plan director se inicia con una obra de urgencia que tiene lugar a finales en diciembre de 1986, que está motivada por la caída de un fragmento de la tracería del Rosetón Norte. Ese fragmento cayó al suelo y fue necesario una intervención de urgencia para impedir la caída de más fragmentos y para consolidar esa pieza de la Catedral. A partir de ahí, con un Plan Director que ya estaba en fase de redacción, Jorge Hevia y Cosme Cuenca elaboraron el Plan Director que ya se puso en marcha el año siguiente y donde figuran prácticamente todas las intervenciones que se han hecho a lo largo de estos 25 años.

¿Cuáles serían algunas de las más importantes?
Sí, en el Plan Director se interviene prácticamente en toda la es un edificio muy complejo, pero además es un edificio muy importante en el patrimonio artístico español, porque entre otras cosas es de las pocas catedrales que tiene un recorrido de 1200 años, con lo cual tiene ejemplos artísticos de primer orden desde la época de la Monarquía Asturiana, desde el siglo IX hasta el siglo XX, y eso permite comprobar una sucesión de estilos artísticos que es muy didáctica pero también muy gratificante para para disfrutarla.
Además también es una Catedral singular porque en ella se encuentra uno de los relicarios más importantes de la Cristiandad Occidental, con el Santo Sudario a la cabeza en conjunto de reliquias, que motivan pegrinaciones ya desde la Edad Media y que hoy en día todavía se encuentran demostrando su gran importancia y su trascendencia entre entre la Cristiandad.
Teniendo en cuenta todos esos valores y esa importancia que se acumula a lo largo de los siglos, las intervenciones han tenido como objetivo distintos elementos. Quizá una de las más llamativas era la intervención en la torre, la intervención en la torre que motivó la construcción de un gran andamio para cubrirla por entero, hubo que consolidar algunos elementos y que limpiarla. Fue una intervención compleja que duró cierto tiempo pero que fue también de las primeras y desde el punto de vista visual también es una intervención que se puede apreciar sin un problema. Eso sucedió en el 99. Poco después, ya en el 2003, se intervino el Claustro, que fue también fue una intervención muy significativa, sobre todo por el detalle y por la capacidad de los técnicos, de los petrólogos, para limpiar y recuperar aquellos aspectos escultóricos significativos de los capiteles.
Algunos años después también se intervino en la Cámara Santa. La Cámara Santa en el 2014 se vio totalmente renovada. También fue otra intervención prácticamente de cirujano, que consiguió que ese espacio pudiera ser de nuevo visitado con con todas las garantías, con una recolocación de las reliquias, con restauración de los elementos escultóricos y permitió también comprobar cómo esas esculturas de los Apóstoles no habían sufrido daños trascendentes después de la voladura.
Una de las últimas intervenciones, que a mí me resulta también especialmente significativa por el mecanismo de intervención y por la inteligencia en intervención de los arquitectos de Cuenca y Hevia, que se dieron cuenta inmediatamente de cuáles eran los daños y de cómo había que intervenir, y es la restauración de la llamada Capilla de la Anunciación o Capilla de los Vigiles que es la primera de las grandes capillas de la Catedral que se hace a principios del XVII y que tiene un valor clásico muy evidente y que es probablemente el único de los grandes espacios que está cubierto exclusivamente con piedra. Pero esa piedra se vio que era excesivamente porosa y que provocaba la introducción de agua en el interior. Así que en los primeros momentos, Cuenca y Hevia idearon la posibilidad de ponerle una cubierta sobre esa piedra, una cubierta metálica, de cobre, que dejase ventilar la piedra, y esa cubierta se colocó en el año 1999 y estuvo ventilando en torno a 20 años, hasta que, en el 2019, ya con el interior seco, se pudo hacer una intervención magnífica que recupera tanto los valores escultóricos como los valores arquitectónicos y espaciales del bien.

¿Cuál sería el fenómeno que más daña a la Catedral de Oviedo?
En realidad el paso del tiempo hace daño siempre y es necesario intervenir constantemente con una intención de conservación. Porque además, si hacemos intervenciones de conservación, y eso lo saben perfectamente los arquitectos, los daños siempre son menores. Por eso los edificios y especialmente las iglesias que todavía tienen culto y que puedan ser atendidas desde el punto de vista de su utilidad, pues son edificios que se conservan mucho mejor. En cuanto a la Catedral de Oviedo, hay que decir que se ve afectada por los mismos males que la gran parte de las catedrales. Es un edificio o un conjunto de edificios muy complejo, y es difícil atender a todas las patologías. Hay problemas que tienen que ver con la contaminación, con el clima o con la humedad. La humedad en concreto es una de las patologías que afecta a la Catedral de Oviedo de forma especial.
Después están las cuestiones como los daños en la piedra, que ya Rosa Esbert en su día explicó y estudió en la Catedral de Oviedo. Es fue una de las especialistas que trabajaron en esos equipos pluridisciplinares desde el principio. Por lo tanto, son patologías diversas y que hay que atender continuamente.

Este plan director que ha cumplido ya 26 años se encuentra en un estado muy avanzado. ¿En qué situación se sitúan los trabajos programados, en comparación con otras catedrales españolas?
Actualmente los directores del plan, Cosme Cuenca y Jorge Hevia, ya han certificado que han realizado en torno al 90%, quizá algo más, de lo que estaba previsto a lo largo de estas décadas. Desde el año 1996 se ha trabajado de forma continua, y es que ha habido una buena sintonía entre los gestores de la Catedral y las administraciones que colaboraron. Hay que tener en cuenta que a lo largo de estos años ha habido ocho intervenciones financiadas por la Administración Central; diez intervenciones financiadas por el Gobierno del Principado; una intervención por el Ayuntamiento de Oviedo y cinco financiadas por el propio Cabildo, que también aúna recursos e iniciativas para que la Catedral esté lo mejor posible. Incluso ha habido dos intervenciones llevadas a cabo gracias a fundaciones, como la Fundación Endesa y la Fundación María Cristina Masaveu-Peterson. Con lo cual se ha conseguido que esa sintonía entre administraciones, gestores y técnicos permitiera que se pudiera ir trabajando constantemente de forma continuada a lo largo de estos años y eso ha hecho que el plan haya avanzado como probablemente en ninguna otra catedral. Hay pocas catedrales que puedan tener un grado de cumplimiento semejante.

 

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