El grupo formado para recaudar fondos para Manos Unidas en Navia cumple estos días 30 años de existencia. Desde que comenzaran a trabajar juntas, en el año 1992, han logrado recaudar más de un millón de euros para esta ONG de la Iglesia de ayuda al desarrollo para los países más necesitados. El próximo sábado, 19 de noviembre, se celebrará este aniversario, con la eucaristía en el templo parroquial a las 20 h y un acto posterior en el Espacio Cultural El Liceo. Entrevistamos a su principal promotora, M.ª Luisa Villanueva.
¿Como nació el grupo de Manos Unidas en Navia?
De una manera providencial, y tengo que hablar en primera persona porque fue así. Vino una señora al lugar donde yo trabajaba y me pidió algo para el rastrillo de Tapia, porque en Tapia hubo un taller de oración y en este taller se abrió un grupo de Manos Unidas. Esta señora me pidió donar algo para el rastrillo, pero no me dijo para qué era el rastrillo. En Navia desde hace muchísimos años teníamos la costumbre de ir por las casas, pidiendo para la Campaña del Hambre, que era el segundo domingo de febrero. Pero no había ningún grupo organizado de Manos Unidas. Hablé con D. Manuel Peláez, que en aquel momento era el párroco de Navia y le dije: “Mire D. Manuel, que están pidiendo para el rastrillo ¿podríamos nosotros hacer uno?”. Me contestó que me enterara y cuando llamé a las de Tapia, me dijeron que era un rastrillo para Manos Unidas. De modo que llamamos a Oviedo, vino la presidenta y ahí empezó todo.
En estos treinta años han pasado muchas personas por el grupo. ¿Quiénes estáis al frente en estos últimos tiempos?
Ahora hay seis que llevan bastantes años, pero de las que empezamos quedo yo sola, el resto fueron muriendo. Les hicimos un homenaje muy lindo, eran personas que trabajaban hasta la muerte, incluso alguna dejó en herencia algo para Manos Unidas. Y es que estas cosas hay que vivirlas, porque es muy gratificante lo que haces por los demás, pero también cuesta.
Celebración de la Venera, de izquierda a derecha, Mª Eugenia, repostera, con Mª Luisa Villanueva.
Para haber recaudado más de un millón de euros en estos treinta años son muchas las actividades que lleváis a cabo.
Sí, por ejemplo Pepe Santiago, un restaurador, hacía una cena para todos los que quisieran asistir, que a nosotros nos salía gratis, todo lo recaudado era para Manos Unidas, y en el último año se recaudaron 10.000 euros.
Después tenemos la Venera, que es un postre típico de Navia, que desde hace veintiséis años nos elabora M.ª Eugenia, una pastelera de aquí. Se vende por roscos y se sacan más de 1.000 euros, pero a la vez hacemos unos platos, donados por personas de Navia y de otras parroquias, de empanada y de tortilla. De esta actividad solemos sacar unos 5.000 euros.
Hacemos la alfombra el día del Corpus delante de la explanada de la iglesia. Hacíamos también una marcha solidaria al santuario de Villaoril y la recaudación era íntegra para Manos Unidas.
Y también tenemos un rastrillo en un local cedido por D. José María Méndez Castrillón durante todo el año.
Manos Unidas financia proyectos locales en los países más necesitados del mundo. La mayor parte de ellos surgen de los misioneros que piden apoyo para su labor. En estos treinta años habéis financiado proyectos de muy diversos tipos. ¿Hay alguno que te haya impactado especialmente?
A mi me gustan especialmente los proyectos sobre el agua, ten en cuenta que en algunos casos tienen que andar hasta dos horas para encontrar agua. Una vez nos mandaron una fotografía en la que una chica llevaba en la cabeza un recipiente y otro en el hombro porque lo que caía del recipiente de la cabeza le caía en el del hombro. Me impactó mucho. También son muy interesantes los proyectos de hospitales, y otro que muy bonito fue el de un laboratorio agrícola, otro que era para conseguir aperos para la labranza, etc.
¿Nunca te han entrado ganas de conocer en persona alguno de estos proyectos?
Pues durante mucho tiempo yo trabajaba y después tenía en casa mis obligaciones, y así fueron pasando los años. Lo cierto es que yo creo que si llego a ir, me quedo para siempre.
