En el mes de diciembre pasado en el Santuario de Covadonga a través de su tienda se comenzó a ofrecer un servicio online por el que podían encargarse ofrendas de velas, y también de flores, que los trabajadores llevan a la Santa Cueva. Esta iniciativa ha hecho posible que en la actual situación que impide los desplazamientos, las intenciones que los devotos depositan en esas velas estén igualmente muy cerca de la Santina.
“Desde que comenzamos se habrán colocado más de 750 velas”, indica Juan Stové, responsable de la tienda, “pero para nosotros los números no son importantes, es más el dar este servicio que la gente agradece mucho”. Una iniciativa novedosa, que no se realiza en otros lugares, que permite la relación entre la labor que se realiza en la tienda con las ofrendas dando así la oportunidad de hacerlas posibles, aunque no sea de forma presencial.
A través de un enlace en la página web (https://tiendacovadonga.es/content/20-vela-encendida), solo por el coste de la vela, se pueden encargar el número de velas encendidas que se precisen y el mensaje que se quiere que aparezcan en ellas y que se encargan de escribir los trabajadores que luego llevarán las velas al lugar en el que siempre se colocan en la Santa Cueva. “Ponemos el texto que cada devoto nos pide dirigida a su familia, los difuntos, los amigos, la gente que tienen lejos, los deseos de que todo salga bien, ahora en esta situación también están muy presentes los sanitarios…”, explica Juan Stové, “cuando la vela ya está colocada les mandamos una foto, que intentamos que salga lo más bonita posible para que puedan enviar y guardar, y siempre nos felicitan y lo agradecen”.
Esta iniciativa que se puso en marcha pensando también en estrechar lazos con quienes viven en América del Sur, con tanta inmigración procedente de Asturias, o desplazada por todo el mundo y que querían ponerle una vela a la Virgen y sentirse cerca de Covadonga, se ha revelado también en estas semanas como una manera de lograr esta sensación para todos aquellos que, aunque no tenga tanta distancia geográfica sí la tienen en la práctica. Y además con un propósito común, “quienes hacen la ofrenda te cuentan además un poco sus intenciones y su deseo de venir ellos mismos a visitar a la Santina cuando sea posible”.
