«Un lugar de encuentro, de crecimiento y de ir profundizando en nuestra formación, siempre y cada vez más necesaria». Así resume Miguel Ángel Solís, Delegado episcopal de Enseñanza, la Semana Diocesana de Formación. Hoy viernes se ponía punto y aparte a una nueva edición, un año más, con sede en el Seminario Metropolitano y con la asistencia de unos 200 participantes.
La Semana Diocesana de Formación (SDF) es la cita anual con la formación permanente en la diócesis. Hay otros muchos momentos de formación, propuestos en parroquias, Unidades Pastorales o arciprestazgos, pero solo una cita global, diocesana y multidisciplinar, y es esta que cada año se celebra en torno a la primera semana de septiembre. «Lo que tiene de especial una SDF es que, en un encuentro de arciprestazgo, nos encontramos los que estamos en el arciprestazgo, pero en la SDF nos encontramos todos los agentes pastoral de la diócesis –explica el Delegado episcopal de Enseñanza–. Personas que están colaborando y participando en la vida de la Iglesia que peregrina en Asturias en lugares muy diversos de la geografía asturiana. Y supone un gran enriquecimiento, porque entre los objetivos que tenemos marcados en la diócesis, está el acompañamiento y el caminar juntos, y esta, desde luego, es también una manera de encontrarnos, de caminar juntos y de acompañarnos».
La SDF está organizada con la colaboración de todas las Delegaciones episcopales, el Instituto diocesano de Teología y Pastoral «San Juan Pablo II» y coordinada por la Vicaría General y la Delegación episcopal de Enseñanza. Cada año se eligen una serie de cursos, sobre muy diversas materias, que respondan a las diferentes inquietudes formativas que pueda haber, y se ofertan para que los asistentes puedan elegir (una, o dos, ya que suelen tener dos días de duración).
Los cursos que habitualmente tienen más asistentes suelen estar entre los que tratan sobre temas bíblicos (Antiguo Testamento, Evangelios, Cartas etc). y también temas tecnológicos, como el que este año ha podido llevarse a cabo acerca de Inteligencia Artificial. «Son temas que se pueden aplicar en el aula, incluso en la vida pastoral», señala Miguel Ángel Solís.
Los asistentes también cuentan con un perfil muy diverso, predominantemente profesores de Religión, aunque también hay catequistas, voluntarios de Cáritas o agentes de pastoral. En resumen, «un amplio de personas que participan en la vida de la Iglesia», reconoce Miguel Ángel Solís.