Escribe Sor Esther Richard Espiga, orden de la Visitación de María.
Fue un Santo conforme al Corazón de Cristo; del él dijo San Vicente de Paúl: “¡Cómo será de bueno Dios, cuando es tan bueno Francisco de Sales!”.
Fue por inspiración del Espíritu Santo, por su corazón movido del Amor de Dios, lo que le llevó a fundar la Visitación, ¿por qué? Porque su corazón que latía al unísono con el Corazón de Cristo veía que muchas almas querían entregarse a Dios, pero su débil salud, no se lo permitía a causa de las austeridades que se practicaban en las congregaciones ya establecidas en la Iglesia. Entonces llevado por el soplo del Espíritu, llevó a cabo su obra, para que en ella se pudiera acoger a las almas débiles de cuerpo, pero fuertes en el espíritu.
¿Qué mensaje nos transmite hoy?
En primer lugar que la santidad es patrimonio de todos. Pero cada uno debe vivirla conforme a su estado, como lo explica tan maravillosamente en su célebre libro de la Introducción a laVida Devota: “La santidad debe ser practicada de una forma por el caballero y de otra por el artesano, por el criado y por el príncipe, por la viuda y por la soltera, por la doncella y por la casada; hay que relacionar su práctica con las fuerzas, las ocupaciones y los deberes de cada estado”.
En segundo lugar, en un mundo donde reina la agresividad, él nos da un ejemplo importante de mansedumbre y de dulzura, de ellas están impregnados todos sus escritos. Un caballero dijo: “Hay que hacerle algún agravio a Francisco de Sales para recibir de él algún beneficio”. Con ello nos pone de ejemplo el Evangelio vivido en su radicalidad: vencer el mal con el bien.
Pero su natural no era suave, con esfuerzo logró vencer la cólera. Estaba tan sobre sí mismo que se trocó en otro hombre y fue llamado el santo de la dulzura. Gracias a este combate continuo, pudo llevar a cabo la empresa que su obispo le pidió: ir a misionar al Chablet, donde convirtió a los herejes con su dulzura, mansedumbre, y constancia a pesar de las dificultades.
Que nuestro Santo Padre San Francisco de Sales nos ayude en este mundo en el que domina la agresividad, los propios intereses… a seguir su ejemplo, para como él llegar a la santidad.