La imagen procede del desaparecido retablo mayor de la iglesia parroquial de Santa María de Limanes y actualmente se conserva en el Museo de la Iglesia.
Se trata de una escultura de bulto redondo de madera de nogal policromada, datada en 1664 y atribuida al escultor asturiano Luis Fernández de la Vega, el artista más reconocido de la Época Moderna en Asturias.
Representa a Cristo muerto, con la cabeza ladeada hacia la derecha, los ojos y la boca entreabiertos y con el rostro sereno. Está clavado al madero con tres clavos y destaca la herida del costado. El paño de pureza se ciñe al cuerpo con soga y destacan los pliegues marcadamente angulosos, tan característicos de Luis Fernández de la Vega.
La escultura está formada por tres piezas de nogal ensambladas. Presentan cierto deterioro, sobre todo en las manos y evidencias de haberse visto afectada por el fuego. La restauración realizada por el Instituto de Patrimonio Cultural de España en 1999 saneó la madera y fijó y conservó los restos de policromía. Los clavos piramidales y el madero son modernos pero el títulus: INRI, es original (acrónimo de Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum: Jesús nazareno, rey de los judíos).
