Hace tres años se creó la asociación «Nuestra Señora de la Cristiandad», con el fin de organizar una peregrinación anual a un santuario mariano y rezar «por la Iglesia y por España». Así lo describe el sacerdote Iñigo Serrano Sagaseta de Ilurdoz, que explica que «en el año 2021 tuvo lugar la primera peregrinación, en un lugar y unas fechas muy significativos: el Santuario de la Virgen de Covadonga, cuna de España, y tres días en torno al 25 de julio, festividad de nuestro patrón, Santiago Apóstol». Junto con ello, una de las particularidades de la peregrinación es la celebración de la eucaristía «según el antiguo rito romano, el que conocieron nuestros abuelos, que se celebró diariamente en nuestras parroquias hasta 1969 –explica el sacerdote–. Además de otorgar un culto sublime a Dios, también favorece la devoción y el recogimiento interior, algo que atrae a muchas personas».
Así se celebró este año, por tercera vez, los pasados días 22, 23 y 24 de julio, partiendo de la Catedral de Oviedo, donde fueron acogidos por el Arzobispo, Mons. Jesús Sanz, llegando hasta Covadonga el pasado lunes, después de casi 100 kilómetros realizados en tres etapas. Este año participaron 1.200 peregrinos, procedentes de diferentes puntos de España, pero también de otros países europeos, especialmente Portugal, Francia y Holanda, y también algunos americanos. «La mayor parte de los asistentes son jóvenes, ya que se recorren casi 100 kilómetros en una marcha exigente», reconoce el sacerdote, Iñigo Serrano, que destaca que, acudieron también 40 sacerdotes, que caminaron junto a los peregrinos «disponibles siempre para la dirección espiritual y para la confesión. Hemos rezado con ellos el Rosario, celebrado las eucaristías y hemos podido también compartir momentos de camaradería y diversión».
La iniciativa de esta peregrinación está inspirada en realidad en la que tiene lugar desde hace cuarenta años en Francia, hasta la Catedral de Chartres. Fue una joven española, Diana Catalán, natural de Navarra, la que conoció lo que allí se vive, y junto con otras personas trabajó para que en España pudiera haber una experiencia similar. «Se trata, por tanto, de una peregrinación organizada por seglares», puntualiza el sacerdote Iñigo Serrano, que afirma que «cada año se van mejorando detalles de la organización, y planteamos nuevas metas. Es un fenómeno creciente al que invitamos a todo el mundo».
