La Novena de Covadonga profundiza este año en el dolor y el sufrimiento
La Novena en honor de Nuestra Señora de Covadonga ya está llegando a su fin, este año con el título “María, Fuente de alegría y esperanza”. Una novena diferente, enmarcada en un contexto de crisis sanitaria que nunca antes se había vivido, y que ha provocado que la afluencia de peregrinos haya sido mucho menor que en ocasiones anteriores, donde si por algo se caracterizaban estos días, era por la avalancha de autobuses y grupos, habitualmente organizados por arciprestazgos, que acudían a participar, año tras año, como una tradición.
Este año la Novena ha tenido, en cambio, más asistentes “virtuales” que “presenciales”, lo que la asemeja a tantas celebraciones de esta “nueva normalidad”. Y ha sido posible gracias al canal de YouTube del Santuario, que emite 24 horas al día en directo desde la Santa Cueva, haciendo lo propio con las eucaristías puntuales en la Basílica, y acercando a la Santina y al Real Sitio a todos los hogares del mundo.
El lema de la Novena no podía obviar la pandemia del coronavirus, y por eso, tal y como explicaba el Abad de Covadonga, Adolfo Mariño, se menciona la “alegría”, “porque estamos viviendo una pandemia que nos pone a todos muy tristes”, y la “esperanza”, porque “deseamos, y así se lo pedimos a María, que esta situación poco a poco vaya superándose”. “En Ella está también nuestra alegría y esperanza, que es Cristo –afima–. Ella nos lo ofrece y a Él le queremos seguir, Camino, Verdad y Vida”.
Así, a lo largo la Novena se ha reflexionado, a través de los sacerdotes invitados a predicar día tras día, sobre el mundo de la enfermedad, del dolor, del sufrimiento, pero también, como explica Adolfo Mariño, “sobre la peregrinación y la religiosidad popular, porque para cualquier cristiano el Rosario es muy importante. En la última homilía, el lunes 7 de septiembre, además, se nos animará a ser una diócesis de comunión y misión. Porque María es la Madre de la comunión y de la misión, y como en Pentecostés, abre las ventanas al mundo”.
Una Novena que, desde el Santuario, se celebra con la intención de “animar a todos los cristianos a la misión y a la evangelización. No sólo de aquellas personas que nunca han oído hablar de Cristo, sino también de nuestras comunidades, en las que a veces estamos un poco pasotas”, reconoce el Abad de Covadonga. “Que María, la Madre de la misión, nos ayude a lanzarnos y a dejarnos evangelizar”, destaca.
La Vigilia de Jóvenes, “virtual”
Otra de las tradiciones que año tras año se repetía en el transcurso de la Novena en Covadonga era la Vigilia de Jóvenes, que se celebraba en la víspera del Día de la Santina. Este año, la prudencia ha prevalecido por encima de todo, y se organizará de manera virtual, como ya sucediera con la subida de jóvenes a Covadonga en la pasada primavera.
El canal de YouTube será una vez más el vehículo conductor de la misma. Los organizadores, junto con el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, en total, unas 12 personas, permanecerán en la Santa Cueva, el lunes a las 10 de la noche, donde se desarrollará la celebración con el mismo esquema de otros años, invitando, eso sí, a jóvenes, a asociaciones y a grupos parroquiales a participar en ella desde sus casas.
