“La Jornada Mundial de la Juventud es muy importante porque nuestros jóvenes van a descubrir a otros muchos que viven la fe como ellos y que se puede ser joven, alegre, pasarlo bien y seguir a Jesucristo, que no es incompatible”, así expresa David Cuenca párroco de San Agustín, Santa María Magdalena y Cristo en Rey en Avilés el espíritu con el que las parroquias asturianas se están preparando para poder asistir a la JMJ de Lisboa. Una ilusión que se comprueba en las catequesis para esta gran cita y también en las actividades en las que los jóvenes se han implicado para poder pagarse ellos mismos el viaje. En estas parroquias de Avilés el grupo que se ha formado está compuesto por quince jóvenes que han logrado movilizar al barrio con sus ideas: desde talleres para toda la familia en los que han realizado manualidades como rosarios o un detalle, aún sorpresa, para el Día de la Madre; rifas de bollos de Pascua o de llaveros de las diferentes cofradías de la ciudad, hasta un mercadillo.
En Covadonga, los chicos de la Escolanía se unirán también a la diócesis. Durante todo el año sus catequesis han estado enfocadas en la JMJ y para ello se han centrado en los diferentes elementos que van a llevar en su viaje para aplicarlo a su vida diaria y en el lema que invita a salir de uno mismo y de la comunidad, que será justo lo que en agosto harán los jóvenes que se reúnan en Portugal. Al igual que en Avilés, en el Santuario también se han volcado para poder ayudarles a llegar al destino. En esta ocasión con una rifa y bizcochos caseros realizados por las hermanas Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo, con la colaboración de los chicos. A Lisboa acudirán un grupo de doce personas, entre hermanas, escolanos junto el sacerdote David Cueto y el diácono del Santuario, José Javier Alumbreros, que se ordena sacerdote el próximo Pentecostés.
Sofía García es, a sus 23 años, catequista de postconfirmación en San Juan XXIII de Viesques en Gijón. Después de acudir a las JMJ de Madrid y de Polonia, este año acudirá como monitora con un grupo de diez chicos de entre los 14, la edad mínima para poder acudir, y 16 años, que se unirán a la diócesis la segunda semana de la jornada en Lisboa. Desde hace meses se han puesto manos a la obra, con imaginación, para poder ofrecer actividades que ayudasen a que fuera menos cargo para las familias el pago del viaje y de este grupo ya hay chicos casi con el total conseguido. A los sorteos de la lotería del Niño y una rifa especial por San Valentín, se unieron varias tardes de cine para niños, con juegos y merienda incluidas, que lograron convencer tanto a los más pequeños como a sus padres, además de con este gesto, ayudar a los jóvenes peregrinos de la parroquia.
Lo mismo ha sucedido en Santo Tomás de Cantorbery de Avilés, en el que toda la comunidad y el párroco se han volcado para ayudar al grupo de ocho chicos, de quince años, que junto a su catequista Nacho Braña, de 23 años, irán a Lisboa. Desde inicios de año, han trabajado, tanto la parte espiritual en las formaciones –harán también una oración con el resto de chicos de la ciudad que acudan–, como los recursos para poder desplazarse a Portugal: rifas de los tradicionales bollos de Lunes de Pascua de Avilés, organización de tarde de juegos y actividades para niños… En todas ellas, tal y como comenta Nacho, han tenido la colaboración de los feligreses que no han dejado de ofrecer sus donativos y del párroco, que siempre ha apoyado y publicitado sus iniciativas.
En la foto podemos ver las iniciativas de las parroquias de San Agustín, Santa María Magdalena y Cristo en Rey en Avilés.
