Como cada año en torno a la festividad de San José, se celebra el Día del Seminario, un jornada en la que la comunidad cristiana muestra su cercanía por los seminaristas, por los formadores y reza de manera especial también por las vocaciones sacerdotales. Este domingo, 19 de marzo, será el día grande esta Campaña del Seminario que se iniciaba el pasado día 4, sábado, con la Jornada de Puertas abiertas organizada en el edificio del Prado Picón, donde por primera vez, como un trabajo conjunto de las Delegaciones episcopales de Pastora Vocacional, Familia yVida, Apostolado Seglar y CONFER (los religiosos en Astuias), se mostraron las diferentes vocaciones o caminos de la Iglesia, desde la vocación bautismal hasta la familiar, la vida religiosa y por supuesto la sacerdotal. Durante estos pasados días, los seminaristas además han podido dar su testimonio personal en las parroquias en las que, durante todo el año, realizan su labor pastoral los fines de semana, y también han podido animar a grupos de jóvenes y visitar colegios, todo ello dentro de las actividades de la Campaña del Seminario que habitualmente tienen lugar cada año.
Pero además, este sábado a las 13 h tendrá lugar, en la Capilla Mayor del Seminario Metropolitano, el Rito de Admisión del seminarista Rafael García. “Con esta celebración, la Iglesia le acepta como un candidato válido al sacerdocio, después de cuatro años de discernimiento en el Seminario , y él da el paso de manifestar públicamente que quiere seguir este camino”. El acto estará presidido por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz.
En España hay actualmente 974 seminaristas formándose para ser futuros presbíteros, de los cuales, 30 se encuentran en Asturias. “Tenemos en este momento 17 seminaristas en el Seminario Metropolitano; 15 de Oviedo y 2 de Santander, que se unieron a nuestra comunidad a principio de curso; 11 seminaristas se forman en el Seminario diocesano Redemptoris Mater, y dos proceden de Lumen Dei, por lo que son 30 en total los que, con much ilusión, se están preparando en nuestra diócesis para ser presbíteros”, explica el Rector del Seminario Metropolitano, Sergio Martínez Mendaro.
Además estos días está en marcha una nueva iniciativa que afecta a los más jóvenes, se trata del “Seminario Menor en Familia”, algo que ya funciona en otras diócesis españolas, concretamente en Santander, donde se han ofrecido a compartir esta experiencia con Asturias. “Se trata de ofrecer mecanismos de acompañamiento a los más pequeños: chicos de la ESO o Bachillerato que sienten una posible vocación al sacerdocio. En otras épocas la función del acompañamiento la suplían los seminarios menores, en régimen de internado, donde había sacerdotes preparados para estar a su lado y madurar esa vocación; pero en estos momentos la sociedad ha cambiado –explica el Rector del Seminario Metropolitano–, hay menos hijos en las familias y los padres no se quieren separar de ellos, algo lógico por otro lado, porque quien mejor educa es la propia familia, el padre y la madre. Sin embargo la Iglesia quiere poder acompañar esos procesos vocacionales junto a sus familias y desde la libertad, y esta iniciativa del Seminario Menor en Familia puede ser la oportunidad de ofrecer a estos jóvenes una alternativa adecuada a su edad”.
Diáconos transitorios
Jesús del Riego es uno de los seis diáconos que tenemos en nuestra diócesis en estos momentos y que si, todo sale según lo previsto, serán ordenados sacerdotes en tan solo unos meses.
Este año de diaconado ha sido muy diferente a los anteriores vividos en el Seminario. La presión de las clases y las asignaturas se relaja (sólo tienen clase los lunes por la mañana), pero a cambio realizan labores pastorales acompañando a sacerdotes en diversas parroquias. “Para mí ha sido un año de volver, en cierto modo, a la parroquia, aunque durante todos estos años hayamos seguido acudiendo los fines de semana. Pero este año hemos tenido una implicación mucho mayor –afirma–, donde hemos aprendido mucho y ha sido toda una alegría poderme acercar a esta realidad de nuevo”.
“De todos estos meses, –asegura– me quedo con el poder conocer de primera mano la pastoral rural, concretamente en las UP de Laviana y de Redes, porque hablamos mucho sobre ello pero no es lo mismo hablar que verse involucrado, y he podido acompañar a dos sacerdotes que están trabajando en esa realidad que para nosotros ahora es un reto, ya que es necesario acompañar a tanta gente que tienen la misma necesidad de que les acerquemos la Palabra de Dios. Al mismo tiempo, también me quedo con esa acogida que he recibido de las personas que viven en esas parroquias”. Son unos meses que Jesús del Riego afirma afrontar “con ciertos nervios”, porque “el sacerdocio es un regalo de Dios que ninguno merecemos, y al mismo tiempo, el deseo de poder servir a la Iglesia de la misma manera que siento que Dios me pide”, y reconoce que ha sido para él una suerte poder compartir la formación pastoral con varios sacerdotes que han supuesto para él un verdadero ejemplo, cada uno con un estilo diferente”.
Y mientras unos se van, otros llegan, como sucede con Álvaro Otonín, una de las cinco nuevas incorporaciones al Seminario Metropolitano de este curso. Con tan solo 23 años, el pasado mes de junio finalizó los estudios de Restauración y Conservación de Bienes Culturales, y fue entonces cuando decidió dar el paso de ingresar en el Seminario. Para él, estos primeros meses están siendo “una novedad, porque al ser hijo único de repente te encuentras en medio de una gran familia con la que tienes que convivir, y todo ello con un ritmo muy intenso, pero por ahora estoy muy contento y feliz de haber tomado esta decisión”.
