La Misión: de todos, no de unos pocos

Publicado el 16/10/2020
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La Misión: de todos, no de unos pocos

“Aquí estoy, envíame” es el sugerente lema de la Campaña del Domund 2020, que celebramos durante este fin de semana. Un Domund diferente, en el que muchas de las actividades que habitualmente se organizaban, como charlas en colegios y parroquias, colectas por la calle o conferencias de misioneros, este año no van a poder llevarse a cabo, debido a la situación sanitaria generada por la pandemia. Con este motivo, desde las Obras Misionales Pontificias han puesto en marcha diferentes iniciativas que faciliten la participación de las personas, recordando siempre que, tal y como afirma el Delegado episcopal de Misiones de nuestra diócesis, Pedro Tardón, “colaborar con el Domund no es un simple acto de caridad, sino de contribuir a la misión de la Iglesia”. Por todo esto, este año la colaboración será más “virtual” que nunca, pudiendo hacer un donativo a través de Bizum (al 00500), a través de transferencias bancarias, teléfono o la web www.domund.es. Y con todo ello, una iniciativa novedosa, la Carrera Virtual Solidaria, en la que los participantes pueden comprar un dorsal a través de la página web, hacer la carrera de manera individual y compartir sus resultados en internet a través del hastag #CorrePorElDomund.

Y es que el Domund, o Domingo de las Misiones, es el día en el que toda la Iglesia universal vuelve su mirada hacia las misiones y los misioneros, e invita a rezar por su labor, y también a apoyarla económicamente para tratar de cubrir todas las necesidades que existen en los llamados “territorios de misión”. Lo recaudado en el Domund se destina a ayudar a las personas más desfavorecidas a través de los misioneros, con proyectos pastorales, sociales y educativos. Así, se construyen iglesias y capillas, se compran vehículos para la pastoral, se forman catequistas, se sostienen diócesis y comunidades religiosas, se mantienen hospitales, residencias de ancianos, orfanatos , o comedores para personas necesitadas en todo el mundo.

Presentación en Asturias

Asturias cuenta con 135 misioneros asturianos repartidos por el mundo, en un total de 40 países, y con una edad elevada, a pesar de lo cual, siguen realizando su labor. También los asturianos son especialmente generosos. El año pasado se recaudaron en nuestra región 282.497 euros, la mayor parte procedente de parroquias, colegios, comunidades y particulares. Un esfuerzo que se agradece “especialmente desde la Delegación diocesana de Misiones”, tal y como señala el Delegado, Pedro Tardón, quien recuerda, además, la necesidad especial “de ayudar en estas fechas a los misioneros con más fuerza y ahínco, en una celebración marcada este año especialmente por el coronavirus”.

El lema de este año, “Aquí estoy, envíame”, sugiere que “estamos, no para permanecer parados, viendo cómo pasa la vida, sino para salir e ir allí donde Dios quiere que vayamos, con esa disponibilidad”, explica el sacerdote asturiano y misionero, durante casi cincuenta años en Brasil Avelino López Brugos.

“El lema habla de algo importante en este momento –señala a su vez Fermín Riaño, sacerdote avilesino, recién llegado de nuevo a la diócesis después de pasar treinta años como misionero en Tailandia–. Nos pide ser muy conscientes de la realidad que estamos viviendo, y en este tiempo, en el hoy, dialogar con los hombres y con Dios, que nos puede suscitar esa llamada de salir de uno mismo, quizá hacia otros países, hacia otras fronteras”.

Precisamente, Fermín Riaño fue responsable, en Tailandia, de las Obras Misionales Pontificias, por lo que durante estos años en Asia ha trabajado especialmente la importancia de la misión, que, tal y como asegura “en Tailandia está muy presente”. Y es que “hay muy pocos cristianos en el país, unos 300.000 entre 67 millones de personas, por lo que pedimos mucho por las misiones y ayudamos también en las labores de misión que tienen lugar en países cercanos como Camboya o Laos, a donde desde Tailandia se envían pequeños grupos misioneros”. Siendo responsable de las OMP allí, fue testigo del apoyo que enviaba esta organización, “que suponían toda una alegría y se destinaba a catequistas, al Seminario, para la infancia misionera y esas otras tareas que desde la diócesis se iban haciendo, y eran ese grano de sal que da gusto a lo que hacíamos allí en general”.

“En los países de misión –reconoce Avelino López–, como me sucedió a mí durante 47 años en el nordeste del Brasil, nuestra preocupación es que ellos también sepan dar de su pobreza, tal y como dicen los documentos de la Iglesia. No sólo recibir, sino dar, y también darse a sí mismos. Que las personas y comunidades sepan que ser misionero no es para los que vienen de fuera, sino que es para todos. No es opcional, es una realidad que tiene que ser, si verdaderamente queremos seguir a Jesús”.

El Domund en cifras

• En la base de datos de la OMP España hay registrados 10.893 misioneros.

• Los misioneros españoles están repartidos en 135 países.

• El país con más misioneros españoles es Perú.

• 387 instituciones envían misioneros a la misión, con carismas diferentes.

• Hay 1.115 territorios de misión en el mundo.

• Los territorios de misión representan un tercio de las diócesis del mundo.

• Casi la mitad de la población mundial viven en territorios de misión.

• Más de la mitad de las escuelas de la Iglesia Católica se encuentran en territorios de misión: 119.200 escuelas.

• 26.898 instituciones sociales se encuentran en territorios de misión (orfanatos, hospitales, residencias, etc.)

• En los últimos 30 años, la Iglesia ha abierto un promedio de 2 instituciones sociales y 6 instituciones educativas al día.

• OMP España envió en 2019 10.527.782,81 euros

• OMP España financió en 2019 439 proyectos, en 149 países.

Pauline Jaricot, impulsora del Domund, futura beata

Este año el Domund tiene una novedad, y es que su iniciadora, una joven francesa laica, Pauline Jaricot, que en 1822 estableció las bases de lo que hoy conocemos como el Domund, será beatificada próximamente. El Papa ha aprobado su decreto de beatificación, tras la curación milagrosa de una niña de tres años que estaba en coma por un atragantamiento. 

Pauline tenía sólo 23 años cuando creó grupos de 10 personas, que rezaban por la misión y al mismo tiempo buscaban sus sostenimiento económico. Comenzó llamándose la “Obra de la propagación de la fe”, y un siglo más tarde, en 1922, el Papa Pío XI le dio el carácter de obra pontificia. 

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