La Fraternidad de Francisco redobla su esfuerzo en la crisis sanitaria

Publicado el 09/04/2020
Share on FacebookTweet about this on TwitterEmail this to someonePin on PinterestPrint this page
La Fraternidad de Francisco redobla su esfuerzo en la crisis sanitaria

La Fraternidad de Francisco que regenta en Avilés la Orden Franciscana Seglar y Mensajeros de la Paz en Asturias ha redoblado sus esfuerzos para poder atender a las necesidades de numerosas familias que se están viendo en dificultades. Agustín Albuerne, presidente de la orden, nos ha contado cómo se están organizando en este momento.

¿Cómo se está viviendo en la Fraternidad esta emergencia sanitaria?

Estamos trabajando con más intensidad, redoblando nuestro esfuerzo y nuestro compromiso cristiano para intentar ayudar a las familias que lo necesitan. Partíamos de unas 300 familias con las que ya antes trabajábamos y en estos veinte días tenemos 120 familias más, suman un total de unas 1.300 personas. Nuestro carisma hace que trabajemos la acogida desde la confianza y el contacto, dar respuesta a las necesidades que nos pudiesen plantear desde apoyo, acompañamiento, educación, orientación hacia servicios sociales a otras entidades… Ahora mismo hemos tenido que cerrar por seguridad la parte de acogida que nos permitía dar desayunos, meriendas, hablar más con las familias; y hemos redoblado la ayuda de alimentos con la entrega de lotes de alimentos básicos de unos 20 kilos por persona. También a mayores damos productos infantiles para bebés. Todo siempre proporcionado al número de personas por familia dentro del programa de seguridad alimentaria que denominamos el Pan de los Pobres de San Antonio. Además, damos todos los días una bolsa diaria de alimentación ya preparada a personas que están en la calle o sin hogar.

Ha habido un gran aumento estas semanas.

Hay muchos contratos que debido a la incertidumbre no se han renovado, otros que no generaban la prestación por desempleo, otras personas que no tienen acceso al mercado laboral, casos también de quien vivía con las prestaciones básicas la renta de inserción y lo complementaba con mercadillos o con otras cosas, pero ahora está todo parado. Eso conlleva que efectivamente las familias están en una situación muy difícil y que ven que se prolonga porque el confinamiento dura y que la normalización va a ser lenta. Además, nosotros somos la única entidad autorizada por el Banco de Alimentos para la comarca de Avilés, también está la Cruz Roja, pero sigue otros cauces, y familias que antes estaban cubiertas ahora vienen a nosotros.

¿Cómo se está adaptando la Fraternidad para poder atenderles?

Estamos poniendo todos los medios posibles para intentar dar una respuesta a las necesidades. Nosotros seguimos siempre unos protocolos de documentación que ahora están flexibilizados, pero sin perder el rigor. No queremos descuidar ese equilibro para que esté adaptado a las circunstancias que vivimos y que sea muy ágil porque entendemos que hay que dar respuestas rápidas: las familias tienen problemas de alimentación aquí y ahora. Contamos con la ayuda de muchas entidades porque el trabajo en red es vital: empresas locales como la panadería del barrio que nos trae gratuitamente el pan para hacer los bocadillos, una granja local que nos proporciona los huevos para poder cocinar, fundaciones, etc. Hemos aumentado la intensidad y hecho una adaptación rápida: todo que era el espacio de acogida es donde ubicamos ahora todos los alimentos de reparto.

Y todo se sustenta con voluntariado.

Tenemos normalmente unos cuarenta porque la Fraternidad abre todos los días del año, sin cerrar ninguna fiesta ni siquiera Navidad. Hoy en día abrimos tres horas diarias y están implicados de diez a doce voluntarios, siempre trabajando en turnos de dos para mantener la distancia y siguiendo las medidas de seguridad. Todos los voluntarios hacen su labor con todo el amor, sin pedir nada a cambio ni buscar ninguna medalla ni ningún protagonismo. Día tras día los veo, alguno con circunstancias personales que no son fáciles, y se arriesgan por desconocidos. Es una cuestión que a mí me toca mucho el corazón. Se mantiene vive la razón de nuestra fe y en nuestro compromiso como cristianos está el de ayudar, tender la mano a todas las personas sin importar su condición.

¿De qué manera se puede ayudar?

Como comentaba están las personas que donan su tiempo haciéndose voluntarios y también se pueden hacer llegar las donaciones directamente a la Fraternidad, tanto en alimentos como en donativos.

 

Página web fraternidaddefrancisco.org

 

 

 

 

 

 

 

 

Para mejorar el servicio, utilizamos cookies propias y de terceros. Si sigues navegando, entendemos que aceptas su uso según nuestra política de cookies.

Más información sobre cookies