La celebración tendrá lugar, este año, en la iglesia de San Antonio de Avilés
Este próximo lunes, 25 de marzo, la Iglesia celebra la Jornada por la vida, en esta ocasión con el lema “El amor cuida la vida”. Una cita anual en la que la Iglesia “expresa la importancia y el valor de la dignidad de la vida”, tal y como señala el Delegado de Pastoral Familiar en la diócesis, el sacerdote José Luis Pascual.
Esta jornada, que se celebra a nivel nacional y cuya fecha ha sido fijada por la Conferencia Episcopal Española, se ha querido hacer coincidir con la solemnidad de la Anunciación del Señor porque “es ahí precisamente cuando la Virgen María empezó a gestar en su seno la vida de Dios encarnada”, tal y como recuerda este sacerdote, y con ello se pretende resaltar “que la vida es un bien, algo digno de amar y que por tanto hay que proteger y cuidar especialmente”.
En nuestra diócesis la Jornada por la vida se celebra cada año en una sede diferente, y en esta ocasión la conmemoración tendrá lugar en Avilés. Allí, en la iglesia de San Antonio de Padua, el mismo lunes, a las siete y media de la tarde tendrá lugar una eucaristía, presidida por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz. “Un templo situado en pleno centro de la villa, donde puede acudir todo el que desee celebrar esta jornada”, destaca el Delegado de Pastoral Familiar. Este año además, la celebración contará con una novedad, y será la entrega de los “Premios Vida”, una distinción que homenajeará a aquellas “entidades, colectivos o personas que trabajan, custodian, defienden y promueven la vida y su dignidad, especialmente entre los más vulnerables y desfavorecidos de la sociedad”.
La entrega de los premios tendrá lugar al finalizar la eucaristía del lunes, recayendo, este primer galardón, en los tres colegios diocesanos de la zona de Avilés: Santo Tomás, Sagrada Familia y San Nicolás, “porque nacieron al amparo de sus parroquias con la finalidad de ayudar a los niños más desfavorecidos y a sus familias, proporcionándoles, entre otros apoyos, un acceso a la educación”, explica José Luis Pascual, que recalca que con este reconocimiento “se busca agradecer públicamente esta importante labor de tantos años, no sólo a las instituciones, sino a tantas personas que han trabajado en estos centros y han entregado y entregan su vida en esta labor”. Será el propio Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, quien otorgará los galardones al finalizar la eucaristía, tras la presentación que de ellos hará el Arcipreste de Avilés, Vicente Pañeda. Cerrará el acto un recital musical a cargo de la escolanía de San Nicolás.
En esta ocasión, además, la celebración de esta jornada por la vida se prolongará durante dos días más en este mismo templo, San Antonio de Padua, ya que “en Avilés tienen la tradición de desarrollar unas charlas cuaresmales en la ciudad, y así lo harán, durante el martes y miércoles, 26 y 27 de marzo, aprovechando el lema de esta jornada, “El amor cuida la vida”, explica el Delegado de Pastoral Fa-miliar. De esta manera, el martes tendrá lugar la charla “El amor cuida la vida parroquial”, a las ocho y cuarto de la tarde, a cargo del arcipreste de El Caudal, Gonzalo José Suárez Menéndez, y el miércoles, será el turno del sacerdote y misionero Alejandro Rodríguez Catalina, párroco de la UP de Luanco, quien hablará sobre “El amor cuida la vida misionera”, también a las ocho y cuarto de la tarde.
El lema
Para José Luis Pascual, Delegado episcopal de Familia y Vida, el lema de este año “El amor cuida la vida” quiere expresar “que la vida es un bien, enmarcando ese bien como el amor. Dios es amor –afirma–, y nos ha creado por amor, por lo tanto toda vida humana nunca puede desecharse, porque tiene en sí misma esa dignidad de ser obra de Dios, fruto del amor. Siendo conscientes de esto, los cristianos, que hemos experimentado el amor de Dios, cuidamos la vida en cualquiera de sus circunstancias, también en medio del dolor, del sufrimiento o de la vulnerabilidad”.
Los obispos responsables de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española recuerdan en su mensaje de la Jornada por la Vida de este año que “Dios ha hecho suyo, por amor, todo lo que el ser humano vive y desea comunicarle lo más grande: he venido para que tengan vida y una vida abundante. Cristo, al resumir así su propia misión, no ignora el dolor y el abandono de muchas personas. Más bien es esta debilidad humana la que le impulsa a manifestar su amor”. Además, recuerdan que “sólo es posible ver en verdad la vida humana desde la luz de ese amor primero de Dios, donde encuentra su verdadero origen. Esto es lo que hace proclamar a la Iglesia con fuerza: la vida es siempre un bien. Ha nacido de ese amor primero y por eso pide ser acogida y reconocida como digna de ser amada. No hay vidas humanas desechables o indignas que puedan ser por eso mismo eliminadas sin más”, explican.
