Un repaso por la trayectoria investigadora e intelectual del sacerdote asturiano
El Auditorio del Seminario Metropolitano acogió el pasado lunes la presentación de la Trilogía Anthologica Annua, publicada por el Instituto Español de Historia Eclesiástica de Roma, en homenaje al sacerdote asturiano José Luis González Novalín. En el acto participaron el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz; Mariano Sanz González, Rector de la Iglesia Española de Santiago y Montserrat en Roma; Jesús Menéndez Peláez, Catedrático de la Universidad de Oviedo; Francisco Javier Fernández Conde, sacerdote y Catedrático de la Universidad de Oviedo, y el propio José Luis González Novalín, como Rector Emérito de la Iglesia Española de Santiago y Montserrat en Roma.
Además, estuvieron presentes entre el público el Cardenal Arzobispo emérito de Madrid, Mons. Antonio María Rouco Varela o el ex Embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, entre numerosos antiguos alumnos y compañeros que quisieron arroparle en este homenaje.
En el transcurso del acto, se recordaron los cuarenta y cinco años en los que Novalín impartió clases en el Seminario Metropolitano, y se destacó su perfil intelectual, de investigador y de docente. “Nuestro autor, el querido José Luis González Novalín, tiene una apretada y prolífera aportación en su trabajo dentro de la historia eclesiástica, que es propiamente su especialidad, sin que haya faltado su adentramiento riguroso y ordenado, sin ningún escarceo diletante, en el terreno de la sagrada teología y la liturgia”, explicó en su intervención el Arzobispo de Oviedo.
Por su parte, el sacerdote e historiador Javier Fernández Conde afirmó durante su intervención que Novalín era “uno de los mejores historiadores del siglo XV al XVII de la Inquisición y de Valdés Salas, así como del humanismo y la religiosidad popular”, teniendo, además “una visión de la Iglesia, moderna y crítica, antes del Concilio Vaticano II”.
Refiriéndose a los tres volúmenes presentados en el acto, Mariano Sanz González, Rector del Centro Español de Estudios Eclesiásticos, manifestó que representaban “el reconocimeinto a su gran labor realizada a lo largo de toda su vida dedicada a la Iglesia e investigación”.
