El 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, supone también el comienzo de la conocida como Perdonanza, o Jubileo de la Santa Cruz. Ocho días de alegría y gozo (según el significado de la palabra Jubileo) en los cuales es posible ganar la indulgencia plenaria, siguiendo los requisitos que establece la Iglesia: confesión, comunión, visita a la Catedral y oración por el Papa.
Se trata de una tradición muy antigua, que data del siglo XIV. “El origen del Jubileo son las cruces, la Cruz de los Ángeles muy especialmente, del siglo IX, y la Cruz de la Victoria, que se conservan, ambas, en la Catedral de Oviedo –subraya Benito Gallego, Deán del templo–. El objetivo de estos días es fomentar la devoción a lo que es y significa la cruz para el cristiano, y es un privilegio que la Catedral pueda contar con ello”.
Antiguamente, al concluir la Perdonanza se celebraban grandes fiestas en Oviedo, que coincidían con la festividad de San Mateo. De aquellos tiempos se heredaron las fiestas de la ciudad, que tienen su origen en el Jubileo de la Santa Cruz, y no en el apóstol.
En la Catedral, además de las celebraciones ordinarias (misa capitular a las 9,15 h y eucaristía en la capilla del Rey Casto a las 12 h) tendrá lugar una celebración específicamente jubilar, con misa de 18,30 h. Las diferentes parroquias del arciprestazgo de Oviedo se turnarán para visitar cada día la Catedral y así recibir la gracia del Jubileo.
El día de San Mateo, 21 de septiembre, tendrá lugar una celebración solemne a las 12 del mediodía, y finalmente la Perdonanza se clausurará esa misma tarde, con la celebración jubilar de las 18,30 h.
Durante estos ocho días, el Santo Sudario se puede venerar descubierto en la Cámara Santa. Además, se mostrará en el altar mayor de la Catedral al finalizar las celebraciones del día 14 y del día 21, como es ya tradicional.
