La sede de la Delegación de Misiones acogió el pasado viernes, 22 de noviembre, la presentación del libro «Mis memorias de África. Cartas desde Benín», escrito por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz.
El volumen reúne los recuerdos y las reflexiones que el Arzobispo ha ido recopilando en sus viajes a la misión diocesana de Benín (primero en Bembereké, y desde hace un año, en Gamia), que ha realizado en tres ocasiones (año 2012, 2014 y 2019), y que escribía a diario, al regresar cada noche a la misión.
En el encuentro, Mons. Sanz distinguió entre «el turista, y el peregrino», porque «el peregrino es el que se sabe invitado a algo que no merece. Abraham fue también un peregrino, como se le describe en el Génesis, cuando se le dice Sal de tu tierra; sal de tu hogar». «Yo siempre me sentí peregrino en África», reconocía. «Fue una aventura para la que había que ir preparado, no con todas las vacunas, porque quise infectarme con algunas cosas que Dios me iba a mostrar», afirmó. «Descubres que es una tierra llena de vida, con una gran cantidad de niños por doquier», recordaba, y contó numerosas anécdotas de sus estancias en la misión diocesana que, desde hace más de treinta años, dirigen sacerdotes asturianos.
Prologado por el Arzobispo de Pamplona, presidente de la Comisión Episcopal de Misiones de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Francisco Pérez González, “Mis memorias de África. Cartas desde Benín” es el diario de unos viajes en los que se descubre el día a día de las comunidades cristianas en la misión diocesana de Benín.
