«Don Juan Antonio supo ganarse a la gente»

Publicado el 13/06/2019
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«Don Juan Antonio supo ganarse a la gente»

Entrevista a José Luis Castro Pérez. Vicario General y Administrador diocesano de la diócesis de Astorga

¿Cómo fue recibido Mons. Juan Antonio Menéndez en la diócesis de Astorga, tras su nombramiento?

Desde el primer momento fue muy bien recibido, precisamente por el carácter tan abierto y afable que tenía, que hizo que rápidamente se ganara a la gente. Al mismo tiempo, también venía con muchas ganas de trabajar, de hacer cosas nuevas y sobre todo de planificar el futuro de la diócesis y adaptarlo un poco a los nuevos tiempos. En este sentido creó ilusión entre el clero, enseguida quiso conocer a todos los sacerdotes y les hizo visitas frecuentes, que repitió de una manera más institucional con la visita pastoral, pero la verdad todo el mundo le acogió muy bien y él también supo ser en todo momento respetuoso, valorando mucho el trabajo de los sacerdotes mayores y animando a los jóvenes a que siguieran adelante. Renovó todo el equipo de vicarios, reorganizó la Curia y marcó un plan de trabajo que realmente estaba dando mucho fruto y sobre todo estaba enfocado a planificar el futuro que, desgraciadamente, se ha truncado con su fallecimiento.

¿Qué áreas le preocupaban especialmente?

Su primera preocupación fue conocer la diócesis y después de un tiempo, un año aproximadamente, hizo una planificación distinta a la que había: reorganizó las Vicarías y la Curia.

Se empezó a funcionar de manera distinta en bastantes delegaciones, antes había cuatro vicarías, pasaron a ser dos, y luego hizo un Plan Diocesano de Pastoral donde se marcaron los objetivos y los retos a llevar a cabo en cuatro años. En el horizonte de todo ello estaba la reorganización de la diócesis, muy grande en extensión y con un grandísimo problema de despoblación, donde hay también un número ingente de parroquias –tenemos casi 1.000 parroquias–, y también lógicamente la escasez de clero que afecta a todas las diócesis en general.

En este sentido, él impulsó las Unidades Pastorales o agrupación de parroquias. No se puede trabajar con el número actual de sacerdotes como se hacía o trabajaba hace treinta o cuarenta años. Hoy es frecuente que un sacerdote tenga quince o veinte parroquias. Lógicamente no puede tener una atención muy personalizada con todas, y  es necesario agrupar los servicios pastorales como están agrupados por ejemplo los servicios sanitarios o la educación. En las UP es parecido, y servicios como la catequesis o la eucaristía del domingo etc. se imparten en las parroquias cabeceras. Esto no significa desatender los pueblos, ya que las parroquias que iban a seguir teniendo su iglesia, su identidad parroquial, sus fiestas y allí también se harían los entierros.

¿Cómo era en el trato en el día?

Don Juan Antonio supo ganarse a la gente desde el primer momento. Era una persona muy cercana, rápidamente provocaba una empatía con las personas con las que trataba, fuera de la condición que fueran. Era muy cercano también especialmente a los sacerdotes, siempre muy preocupado de ellos, les llamaba constantemente, les visitaba. Ahora cuando ha fallecido nos hemos dado cuenta de lo que le quería la gente. Todo el mundo lo ha sentido muchísimo porque le tenían como alguien muy suyo, alguien muy cercano. Al mismo tiempo, tenía una idea clara de lo que tenía que hacer y lo hacía. No es que le diera el parabién a todos, sino que con todos intentaba llegar a la solución de los problemas, era conciliador y eso se notaba.

¿Tenía presente su tierra natal?

Siempre. Además él visitaba mucho Asturias por diversos compromisos que tenía, y le llamaban para diversas celebraciones, reuniones, etc. Pero aparte de eso era muy asturiano y ciertamente todos los ejemplos que ponía los ponía de sus diócesis y lo que él conoció, que le daba pistas para aplicarlo en Astorga. Asturias estaba, no solo en su corazón, sino también en su forma de actuar y en el ejemplo que él ponía de cómo quería que se hicieran muchas cosas.

¿A partir de ahora, siguen el trabajo y la estela que él dejó marcada?

Lógicamente durante este periodo que pasamos de la sede vacante no podemos innovar mu-chas cosas, por Derecho Canónico. Pero aparte de eso nosotros vemos tanto en el Colegio de Consultores, en el Colegio de Arciprestes, en las Delegaciones etc., es decir los organismos que siguen funcionando en la diócesis, que todos esos proyectos que él apuntó y que se fueron configurando durante su episcopado son muy válidos y están enfocados al futuro. Por eso, seguimos caminando por esa senda. Lógicamente habrá muchas decisiones que será el nuevo obispo quien tenga que tomarlas: decisiones pastorales y relativas a los cambios de parroquias o de sacerdotes, pero más o menos el plan pastoral que él alentó sigue en vigor y por lo tanto lo seguimos  llevando a cabo.

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