Domund 2021

Publicado el 22/10/2021
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Domund 2021

133 misioneros asturianos llevan a cabo su labor de evangelización  en 40 países del mundo 

 

“Cuenta lo que has visto y oído”, es el lema con el que se presenta el Domingo Mundial de las Misiones de este año, el conocido como Domund, que se celebra este domingo, 24 de octubre. Es el día en el que toda la Iglesia universal reza por las misiones y se organiza una colecta para sostenerlas. Desde las Obras Misionales Pontificias, el instrumento oficial de la Iglesia que se encarga del sostenimiento de los Territorios de Misión, se recuerda que todos los cristianos están llamados a participar activamente en la misión de la Iglesia, y que no es cosa tan sólo de los misioneros, sino que todos los bautizados han de colaborar con la misión y participar en ella, bien sea con la oración, con el tiempo o con el apoyo económico. 

Con lo recaudado en el Domund durante estos días, se sostiene la presencia de la Iglesia en los 1.116 territorios de misión que existen, que suponen un tercio de todas las diócesis del mundo, o lo que es lo mismo, un 43,13% de la superficie de la tierra. En esos territorios de misión, además, vive el 45,07% de la población mundial.

En nuestra diócesis, la campaña se presentó ante los medios de comunicación el pasado miércoles, 20 de octubre, en la sede de la Delegación episcopal de Misiones. Allí, el Delegado, Pedro Tardón, recordó ante los asistentes que hay 133 misioneros asturianos llevando a cabo su labor en 40 países del mundo. Con ellos están en contacto con frecuencia gracias al correo electrónico, informándoles y manteniéndoles al día sobre las actividades y la vida diocesana.

Pedro Tardón destacó en ese punto la “generosidad” de los asturianos, incluso en tiempos de pandemia, puesto que aunque el año pasado debido a las circunstancias sanitarias no pudo hacerse la colecta como es habitual en las iglesias, el total de lo recaudado sólo fue 30.000 euros menos que el año anterior, cuando aún no había pandemia y la recaudación se pudo realizar con normalidad, y además organizar todo tipo de actividades para animar la misma. “Los misioneros son la cara amable de la Iglesia y la gente está concienciada de la importancia de su ayuda”, manifestaba el Delegado episcopal de Misiones.

En la presentación, participaron también tres misioneros. Por un lado, el padre José de Jesús García, misionero comboniano natural de Mexico, quien fue misionero con los indígenas mixtecos en el Estado de Guerrero, en su país natal, y posteriormente fue destinado en Mozambique, donde permaneció durante nueve años en la zona central del país. También participó la hermana Celia Tuñón Vázquez, Dominica de la Anunciata, asturiana natural de Mieres. Enfermera, fue misionera en Brasil durante 12 años, donde “Dios la estaba esperando”. En su intervención relató cómo la misión fue fundamental en su vida y a día de hoy, años después de haber vuelto a Asturias, sigue recordando aquella experiencia. Finalmente, intervino Amparo García, laica, madre de familia, misionera en Etiopía.

El Domund cumplirá el año que viene 200 años, y la joven que fundó la Obra de Propagación de la fe –hoy dentro de las Obras Misionales Pontificias, y que organiza esta jornada–, la francesa Pauline Jaricot, será beatificada en el 2022. 

Nuestra diócesis recaudó, además, el año pasado en la Campaña del Domund 251.434,77 euros, una ayuda procedente en su mayor parte de parroquias, colegios, comunidades y también particulares.

 

“Allí, primero, encontré a Cristo”

Testimonio de Amparo García, laica y misionera en Etiopía

Amparo García Naranjo recuerda que siempre sintió una inclinación especial hacia la misión. Los derroteros de la vida, primero sus padres, luego la familia que ella misma creó, sus negocios, sus obligaciones en general, impidieron que pudiera dar el salto que siempre deseó. Canalizó su vocación a través de la labor en Cáritas como voluntaria y en Pastoral Penitenciaria, hasta que llegó un momento en que sus hijos fueron independientes, y la Providencia le puso delante un lugar en Etiopía donde poder ser misionera. “Cuando vi que mis hijos ya no me necesitaban, me puse ante el altar y recé para pedirle al Señor que me concediera la gracia de ir y hacer lo que yo quería desde niña –recuerda–”.

La comunidad de las Misioneras de la Caridad de Addis Abeba (Etiopía), dieron el beneplácito a la estancia como voluntaria de Amparo en el año 2017. Ella traspasó sus empresas y negocios, y partió con destino África. Desde entonces ha estado yendo y viniendo a temporadas, y en estos momentos espera volver, pero a Gode, la parte somalí del país, donde una religiosa se quedó sola en la misión Tamara después de que el padre Christopher Hartley partió hacia Sudán del Sur. 

En la casa de las Misioneras de la Caridad –fundadas por la Madre Teresa de Calcuta– de la capital de Etiopía, verdaderamente se atendía a los más pobres de entre los pobres. “Lo primero que me encontré allí fue a Cristo” –afirma– .“En el día a día convives con las religiosas, celebras con ellas la eucaristía, Laudes, Vísperas, y luego cada uno se va al trabajo que tiene encomendado. La convivencia con los voluntarios, de todos los países del mundo, también es muy enriquecedora”.  “Yo iba con mi plan preestablecido –recuerda– que era ayudar en todo lo que pudiera y ponerme a su servicio, haciendo lo que ellas quisieran. Pero lo cierto es que al final fueron ellas las que me ayudaron, me mantuvieron firme en la fe conviviendo con ellas y en los moribundos pude ver la cara de Cristo. Supuso una conversión muy importante”.

Por eso, para Amparo la misión “lo es todo: es tener a Dios. Es sentir de verdad el amor que tiene Dios hacia mí. No sólo el amor que tengo yo y que he descubierto, sino tener la certeza de que Dios me ama”.

 

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