Domund 2018: “Cambia el mundo”

Publicado el 18/10/2018
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Domund 2018: “Cambia el mundo”

El pasado miércoles, 17 de octubre, tenía lugar, en la sede de la Delegación de Misiones de la diócesis, la presentación ante los medios de comunicación de la campaña del Domund 2018, que en esta ocasión tiene por lema “Cambia el mundo”. En el acto intervenía el Delegado episcopal de Misiones, Pedro Tardón y el misionero comboniano Miguel Ángel Llamazares, enviado por las Obras Misionales Pontificias para animar en colegios y parroquias asturianas este Domingo Mundial de las Misiones.
El Domund como tal se celebrará este próximo domingo, 21 de octubre, pues desde sus comienzos, en 1926, se celebra anualmente en todo el mundo el penúltimo domingo de este mes. Además, el sábado 20, en la parroquia de los carmelitas de Oviedo, tendrá lugar la celebración de una “Vigilia de la luz”, a las 21 h.
Tal y como recordó el Delegado episcopal de Misiones, Pedro Tardón, en la rueda de prensa de ayer, la diócesis de Oviedo “colabora intensamente con las misiones: en la actualidad, 147 misioneros asturianos están anunciando el Evangelio y ayudando a los más desfavorecidos en 40 países del mundo, y además, gracias la generosidad de los asturianos, en 2017 se recaudaron 293.169,05 euros en la campaña del Domund. La mayor parte de estas ayudas fueron recibidas a través de parroquias, colegios, comunidades religiosas o particulares”. Una cifra que, en los últimos años ha ido disminuyendo a consecuencia de la crisis y la despoblación.

España cuenta, a su vez, con 12.000 misioneros españoles repartidos en 132 países, de los que Perú, Venezuela y Argentina son los que más misioneros oriundos de nuestro país acogen.
Este año la campaña ha querido centrarse en el ejemplo de los misioneros, que con su vida dejan patente que el cambio del mundo es posible y urgente. Con su entrega y el anuncio del Evangelio, logran cambiar la historia de cientos de personas, tal y como muestran en el vídeo creado para esta campaña. En él, varios jóvenes, hombres y mujeres, narran cómo les cambió la vida tras haber conocido, muchos de ellos desde niños, al padre Patricio Larrosa, misionero de la OCSHA en Honduras y protagonista del vídeo. En muchos casos, él les animó a que estudiaran, y les siguió de cerca con su acompañamiento, su amistad e incluso con ayuda económica a sus familias. En otros casos, su testimonio de vida y de ayuda a los más necesitados conmovió los corazones de personas que no conocían el nivel de pobreza que hay en su propio país, y consiguió que colaborasen en su labor. La vida cambió para todos ellos: su futuro no sería el mismo de no haber pasado este misionero por su vida, y pueden decir que deben su carrera y profesión a su intermediación. (El vídeo puede consultarse en la página web de las Obras Misionales Pontificias www.omp.es, y también en la de nuestra diócesis www.iglesiadeasturias.org).
En el caso del misionero que durante esta semana está visitando la diócesis, Miguel Ángel Llamazares, su vida transcurrió entre Madrid, Kenia y Filipinas, aunque él es natural de León. Su verdadera vocación, como misionero comboniano, fue siempre permanecer en África, aunque poco tiempo pudo disfrutar de este deseo que tenía desde pequeño, cuando un misionero visitó su clase, les puso diapositivas de África, y él sintió que aquello era lo que quería hacer en su vida. Aún así, reconoce que “cuando uno se mete en un proyecto de vida de estar al servicio de la misión y del Evangelio, estás expuesto a que las cosas no vayan como tú las planteas”, pero la misión “es una vocación”, recuerda, “donde hay una parte de entrega que no espera recompensa, pero lo haces como discípulo de Jesús en primer lugar, que es lo que me lleva a dar el paso de ser misionero, y también me anima el amor de Dios por los hombres”.
Tras unos años de formación en Kenia, regresó a Madrid para trabajar en el Museo de África que tiene allí la congregación fundada por Daniel Comboni. Y al poco tiempo, le pidieron ir a Filipinas: “fue un palo muy fuerte –reconoce– pues mi sueño era irme a África, pero lo acepté con alegría y disponibilidad”. Una vez allí, permaneció ocho años en Manila, cuatro en el sur del país, y posteriormente fue nombrado Delegado Superior de los Combonianos en Asia, territorio que incluía, además de Filipinas, Macao, Taiwan y Vietnam. De su experiencia en Asia distingue la vivencia como misionero en Filipinas, del resto de los países: “Por su historia, Filipinas es un país especial dentro de Asia. En cambio, la experiencia de los hermanos en Taiwan, Macao o Vietnam, donde hay una Iglesia fuerte pero muy minoritaria, es muy diferente. No es que la gente no esté interesada en una experiencia religiosa, porque ellos tienen una espiritualidad muy marcada, sino que son muy minoritarios, algo que te ayuda a afirmarte en lo que eres, y al mismo tiempo te enseña que ser misionero es ser testigo. No podrás predicar o hacer grandes cosas, sino pequeñas obras y pequeños gestos, que es, al final, lo que nos dice esta Campaña del Domund, con otras palabras”.
Además, para este religioso el “trabajo de misionero” no debe centrarse sólo “en la contribución que puedes hacer en los territorios de misión, sino que hay que fortalecer el papel animador de aquí, y para eso también están las Obras Misionales Pontificias, responsables del Domund, para animar y para que las comunidades cristianas se den cuenta de que las misiones no son solo cosa nuestra, sino de todos”.
Por eso, durante estos días en su recorrido por los colegios asturianos, el padre Miguel Ángel Llamazares procura invitar a los chavales “a la solidaridad”, pero también “a levantar la mirada”: “Asturias es increíble, espectacular y España, realmente, a pesar de todas las dificultades que está viviendo, es un país maravilloso. Pero el mundo es mucho más grande y hay realidades también muy bonitas en todo el mundo, y realidades que nos retan, al mismo tiempo. Por eso les invito a levantar la mirada, les muestro fotografías de Filipinas, unas bonitas, otras menos bonitas, porque nosotros, desde nuestra realidad, podemos hacer que el mundo vaya un poco mejor. Ellos me escuchan atentos, está siendo una experiencia muy positiva, y yo siempre digo que entre todas las semillas que vamos dejando, alguna crecerá”.
La Campaña del Domund está organizada por las Obras Misionales Pontificias, una institución de la Santa Sede encargada de buscar medios para impulsar la actividad misionera de la Iglesia. El Domingo Mundial de las Misiones tiene concretamente el objetivo de promover el compromiso de los cristianos para que el anuncio del Evangelio llegue a todos los ámbitos del mundo, junto con la promoción social que él conlleva; un compromiso que se concreta en la oración y el apoyo por los misioneros, y la colaboración económica con los territorios de misión.

Las misiones en cifras

• Hay 1.108 territorios de misión (zonas del mundo en las que la Iglesia está comenzando y necesita un apoyo especial). Suponen el 43,13% de la superficie de la tierra.
• Más de la mitad de las escuelas de la Iglesia Católica están en misiones. Su número se ha duplicado en los últimos 30 años.
• Casi la mitad de la población mundial (47,50%) vive en los territorios de misión.
• La Iglesia sostiene 26.898 instituciones sociales (hospitales, orfanatos, residencias de ancianos y discapacitados) en los territorios de misión.
• En las misiones se celebra uno de cada tres bautismos del mundo.
• Un sacerdote en las misiones atiende de media al doble de personas que un sacerdote de la Iglesia universal.

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