Después de “Pueblo de Dios en salida”

Publicado el 14/05/2021
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Después de “Pueblo de Dios en salida”

Una comisión recorre los arciprestazgos compartiendo las conclusiones del Congreso de Laicos

 

“Pueblo de Dios en salida” era el título del congreso que reunió, el pasado mes de febrero de 2020, a más de 2.300 personas, en su mayoría laicos, pero también sacerdotes y religiosos en Madrid, para poner en común la labor actual y el futuro del laicado en la Iglesia. Una vez pasado el congreso, que supuso, para quienes asistieron, un auténtico “privilegio”, un “antes y un después”, y una “experiencia única”, queda la labor quizá, más importante de todas: la comunicación. Poder llevar las conclusiones y las vivencias de esos días a cada arciprestazgo, a cada parroquia y grupo particular. 

Con este objetivo desde la Delegación Episcopal de Apostolado Seglar, su responsable, M.ª Carmen Alonso, creó una comisión, “porque vi la necesidad de que todo aquello que vivimos, sentimos y oímos, había que trasladarlo a toda la diócesis y hacer partícipes a los laicos. Y desde luego, uno solo no lo podía hacer. De manera que elegí a cuatro personas más, de las que participaron en el congreso, siendo una de ellas sacerdote, y tras un trabajo de resumir y concretar el mensaje, procuramos comunicar todo lo que vivimos. Nuestra intención –afirma la Delegada episcopal de Apostolado Seglar– es que se descubra la importancia de esas claves fundamentales que son esenciales a nuestra vida de fe y de cristianos, y que la gente pueda ir atisbando y descubriendo lo que significa caminar juntos, que la mayoría de las veces supone un gran enriquecimiento”.  Y es que, para M.ª Carmen Alonso, el Congreso de Laicos no es solo una “cosa para los laicos”. “Es cosa de todo el Pueblo de Dios, de la Iglesia en su totalidad. Para que empecemos a trabajar juntos”.

Marta Elena Prieto, miembro de esta Comisión, explica que en estos momentos se encuentran en la fase de presentación en los diferentes arciprestazgos: “Hemos hecho un gran trabajo en común, hay que reconocer que en esta Comisión hemos trabajado duro antes, durante y después del congreso. En estos momentos estamos presentando un resumen de lo que significó el congreso, acompañado de un vídeo que hemos elaborado en el que recogemos los mensajes más importantes de aquel encuentro, y por otro lado, todas aquellas personas que asistimos al congreso estamos dando testimonio en todos los arciprestazgos, algo que comprobamos que engancha a la gente”. 

“Llama   mucho   la   atención   lo   experiencial  –corrobora M.ª Carmen Alonso–. Contar qué supuso en mi vida haber asistido al congreso. Y es que yo fui una privilegiada por ser llamada a asistir, pero ahora me corresponde a mí ir a contar a otros lo que viví”.

“Discernimiento y sinodalidad” serían, al menos para Marta Elena Prieto, las dos palabras que resumirían lo fundamental de aquel encuentro en Madrid. “Tenemos que ser conscientes de que hemos sido llamados –afirma–. Que no somos laicos que acudimos a una parroquia porque el sacerdote necesita catequistas, sino que somos laicos por convicción, porque tenemos una fe, hemos sido bautizados y tenemos que hacer crecer esa fe y hacer una lectura de la realidad y saber cuál es mi papel como  laico,  en  esa  realidad”.  “Esa  lectura –reconoce– no empieza en un día y acaba, sino que es todo un proceso, un camino”. 

En cuanto a la sinodalidad, ambas reiteran la importancia de “caminar juntos, ir a la par”, algo difícil en esta sociedad individualista, donde es fácil acomodarse en un pequeño grupo y no salir. Pero, afirman, “es necesario abrir puertas”. 

 

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