Este próximo martes, 3 de mayo, las Misioneras Eucarísticas de Nazaret clausurarán el tiempo jubilar que se les concedió con motivo del primer centenario de su fundación.
Ha sido un “año de especial gracia, alegría, agradecimiento y también de compromiso en la entrega del día a día”, tal y como señala la hermana María Elena Fernández, Misionera Eucarística en la comunidad de Oviedo. “Nos ha permitido volver a nuestras raíces para fortalecernos y dar vigor a esa planta que somos cada una –reconoce–. Sobre todo, a través de la vida y de la obra de san Manual y de tantas hermanas que nos han precedido y han ido haciendo historia. Hemos experimentado cómo el Señor nos bendice porque, aunque no somos muchas, con ese carisma que Él nos ha regalado vamos llevando a cabo el trabajo en el día a día, y también hemos podido profundizar en nuestra pertenencia a la Iglesia y de ahí, en la importancia de la misión eucaristizadora”.
En la diócesis, el acto de clausura tendrá lugar en el Santuario de Covadonga, el mismo martes día 3, con la celebración de la eucaristía en la Basílica a las 12 del mediodía.
Por supuesto la clausura se celebrará en toda España, principalmente en los templos designados como jubilares para este año, como fueron la parroquia de Palomares del Río (Sevilla); la parroquia de San Pedro (Huelva); el Santuario de Santa María de la Victoria (Málaga) y la Catedral de Palencia, todos ellos lugares relacionados especialmente con su fundador, san Manuel González. Sin embargo, la pandemia propició que todas las capillas del mundo de las Misioneras Eucarísticas pudieran compartir la gracia jubilar con todas las personas que acudieran a esos lugares, por lo que la capilla de las religiosas de la calle Magdalena, de Oviedo, gozó de este privilegio durante estos últimos doce meses. Con este motivo, “nuestra capilla ha estado muy activa y por ella han pasado muchos grupos y amigos, no solamente laicos de la UNER, sino también muchos simpatizantes y sacerdotes, lo cual ha supuesto una gran riqueza”, afirma la hermana María Elena.
También la pandemia fue el desencadenante para que las celebraciones religiosas más importantes se retransmitieran en directo a través de internet, lo que permitió que las comunidades pudieran participar en ellas al menos en la distancia. “Una gran riqueza –reconoce la hermana Elena–, para este año jubilar, donde hemos podido participar de todos los encuentros y oraciones congregacionales, donde hemos podido además profundizar en nuestra raíces y conocer documentos de nuestra historia”.
La fundación de la comunidad de Oviedo de las Misioneras Eucarísticas cumplirá el próximo 25 de mayo 68 años. Las tres primeras hermanas que pisaron territorio ovetense llegaron en el año 1954, a petición e iniciativa de las Marías de los Sagrarios. La primera vocación asturiana para la congregación fue la hermana María Delfina Quirós, de La Carrera (Siero), que ingresó en la congregación año y medio después de su fundación en la diócesis. Hoy en día, curiosamente, forma parte de la comunidad actual en la ciudad, siendo su superiora, la Hna. María Elena Fernández, la última vocación asturiana por el momento.
