El albergue de Valdediós abría sus puertas a los peregrinos, renovado, el 28 de junio del año pasado. Retomaba su actividad tras un periodo de tiempo cerrado. Esta primavera abrió de nuevo sus puertas a los peregrinos del Camino de Santiago para una nueva temporada y a pesar del corto espacio de tiempo que lleva en funcionamiento, un año, lo cierto es que sus responsables están más que satisfechos de su actividad. Si el año pasado, a pesar de su «novedad», el goteo de peregrinos fue incesante, este año la afluencia ha sido mucho mayor, y hasta el momento son alrededor de 700 los peregrinos que han pernoctado para continuar después su Camino. Un dato curioso es que la mayor parte de los peregrinos que se alojaron en el Conjunto Monumental eran extranjeros, principalmente los primeros meses, mayo y junio, aunque después también han continuado llegando desde fuera de España. «Casi todos se van muy impresionados por esta espiritualidad y sosiego especial que tiene Valdediós», destaca la Coordinadora del albergue, Loreto Pérez de la Fuente.
Para explicar el moderado éxito que va teniendo el albergue de Valdediós en el Camino, su Coordinadora considera que es fundamental, tanto «el boca a boca, como aparecer en las guías». Reconoce que se trata de una «labor de equipo» –ella misma, junto con Roberto Carneado y Yolanda Martínez, en las visitas, y Mari Luz Rodríguez y Ana Medina, en el albergue–, que ha estado trabajando intensamente en estos meses para ponerse en contacto con «responsables de otros albergues como con gente involucrada en guías españolas y extranjeras y acudiendo a ferias». Aunque lo fundamental es «el buen hacer», porque «al final las opiniones de los demás peregrinos son fundamentales para que otros vengan en el futuro», afirma, aunque, por supuesto, «aparecer en los lugares clave donde el peregrino recurre para reservar es fundamental». «Valdediós no deja de ser un lugar muy relevante y muy especial, y probablemente llegan más extranjeros hasta aquí porque son los que suelen hacer mejor los deberes antes de comenzar el Camino de Santiago, quizá más que los españoles, que somos más espontáneos», explica.
El albergue ofrece habitaciones con literas, como es habitual, pero también habitaciones individuales y para grupos, con baño privado. Además, desayuno y cena comunitaria, donde la materia prima se cuida al máximo. «A medida que vamos conociendo los gustos de los peregrinos, vamos adaptándonos. Sabemos que el peregrino llega cansado, a veces hace fresco y se agradecen platos calientes. Procuramos también tener en cuenta a las personas vegetarianas o las intolerancias y siempre, comida casera. Incluidos los postres. También intentamos que los desayunos sean muy completos, porque somos conscientes de que, especialmente para las personas de fuera de España, se trata de una comida importante».
Al tiempo que el albergue va cogiendo su ritmo, también las visitas al Conjunto Monumental de Valdediós crecen año tras año. «Cada vez acude más gente hasta Valdediós animados por la visita que se hace. No podemos olvidar que se trata de un conjunto increíble, con una iglesia del siglo IX, su Monasterio… lo cierto es que cada vez tenemos más presencia en los lugares y el que viene, se va encantado porque no espera hacer una visita de esta calidad. Cada vez tenemos más grupos y más reclamos, está funcionando muy bien», señala Loreto Pérez de la Fuente acerca de la visita al Conjunto Monumental, cuya afluencia ha aumentado en los últimos tiempos un 34%. No hay que olvidar que las audioguías están en cuatro idiomas: inglés, alemán, francés y español, y que el narrador es el propio rey Alfonso III, quien va acompañando con todo lujo de detalles al visitante.
El importante esfuerzo por trabajar de forma cada vez más profesional y adaptada a los tiempos, necesidades y particularidades, tanto de los peregrinos como de los visitantes, parece que va dando fruto. Un modelo, que puede servir también para el resto de monumentos prerrománicos de la diócesis.