28 de agosto, Día de la Misión Diocesana

Publicado el 26/08/2022
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28 de agosto, Día de la Misión Diocesana

Este próximo fin de semana, 27 y 28 de agosto, celebramos como cada año el Día de la Misión Diocesana.

Burundi, Ecuador, Guatemala y, actualmente, desde hace más de treinta años, Benín, han sido los destinos donde nuestra diócesis ha estado presente anunciando el Evangelio. Unas misiones que se han mantenido siempre gracias a la generosidad de las comunidades católicas asturianas, que, desde las parroquias, colegios, asociaciones y también particulares han ayudado a que la realidad de la misión asturiana en estos países pudiera fructificar. Así sucede en Gamia (Benín),  donde se está terminando de construir una iglesia que pueda albergar al creciente número de católicos de la zona, y que se espera pueda ser inaugurada y bendecida por nuestro Arzobispo, D. Jesús, en tan solo unos meses, junto con el obispo de la diócesis, Mons. Martin Adjou. Desde la Delegación Episcopal de Misiones, se informa de que el resultado de la colecta del Día de la Misión Diocesana 2021 de las parroquias asturianas fue de 31.073,50 euros, a los que hubo que sumar 16.550 de particulares, y 9.930 procedentes de diversos proyectos. En total, pudieron recaudarse un total 57.553.50 euros. El destino de estos fondos es muy variado. Una buena parte se lo lleva el funcionamiento habitual de la Misión, pero también hay  partidas destinadas al internado de Bembereké, el de la Madre Caridad, proyectos de alimentación, ayudas a personas particulares (invidentes o discapacitados, diversas becas para estudiantes).

Interior de la iglesia que se está construyendo en la misión diocesana de Gamia (Benín)

En su carta dirigida a sacerdotes, consagrados y laicos, con motivo de este Día de la Misión Diocesana, Mons. Jesús Sanz recuerda muy especialmente a «nuestro querido D. Gabino Díaz Merchán, Arzobispo emérito, que fue nuestro pastor durante treinta y tres años. A él se le deben no pocos ánimos e iniciativas misioneras en nuestra Archidiócesis. También damos gracias por su largo pontificado entre nosotros mientras le encomendamos al Señor pidiendo para él el eterno descanso. Y en la misma intención ponemos a D. Fernando Fueyo, misionero nuestro en Burundi durante diez años». Además, explica que la presencia de la diócesis en su último destino, Benín, se remonta a más de treinta años atrás, y manifiesta que «posiblemente llega el momento de dejar esa presencia, una vez que las obras apostólicas y los complejos parroquiales y educativos que hemos llevado adelante y levantado, quedan como un testimonio sólido que ponemos en manos de aquella diócesis hermana de N’Dali y de su Obispo, Mons. Martin Adjou». «En el caso de que finalmente saliésemos de allí, no quedaría nuestra Archidiócesis de Oviedo sin una misión diocesana propiamente dicha –precisa D. Jesús–. Aunque suponga un esfuerzo grande, abriríamos otra misión, posiblemente en un ámbito de lengua española».

En este sentido, el Delegado episcopal de Misiones, el sacerdote Pedro Tardón, reconoce que «si no hay nadie que dé un paso al frente, es posible que no haya continuidad en nuestra misión de Gamia. Pero el deseo de nuestro Arzobispo es no perder esa dimensión misionera de nuestra diócesis, y querríamos tener una presencia en Latinoamérica, donde habría más facilidad para que sacerdotes, jóvenes y laicos puedan formar parte de esta experiencia».

Mientras se resuelve el futuro de la misión diocesana, este año por el momento continuamos mirando hacia Gamia, encomendando el trabajo del misionero asturiano que permanece allí, Antonio Herrero y, como finalizaba su carta nuestro Arzobispo D. Jesús, pidiendo que «San Melchor interceda para que escribamos la página misionera a la que hemos sido llamados, desde el lugar en el que cada uno está, en la Diócesis, o fuera de nuestras fronteras».