La Cofradía de Semana Santa Jesús Nazareno, de Villaviciosa, celebra sus tres siglos y medio de vida

Publicado el 22/02/2018
Share on FacebookTweet about this on TwitterEmail this to someonePin on PinterestPrint this page
La Cofradía de Semana Santa Jesús Nazareno, de Villaviciosa, celebra sus tres siglos y medio de vida

Cuando en una tranquila villa del Oriente de Asturias, 1.700 personas participan activamente de la Semana Santa formando parte de una cofradía que se creó hace ahora 350 años, es natural pensar que se trata de un movimiento religioso, cultural y social de gran embergadura y calado. Así sucede, realmente, con la cofradía de Jesús Nazareno de Villaviciosa, que este año celebra su aniversario, desde que los frailes dominicos Fray Luis de Llano y Fray Sebastián de Romero, llegados de Oviedo la creasen, en 1668.

No hay habitante de la villa que no tenga familiar, vecino o conocido en la cofradía, a la que se llega, generalmente, por tradición familiar: “Dicen que cuando uno nace en Villaviciosa se le inscribe automáticamente en el Registro Civil y en la Cofradía”, afirman, risueños, los cofrades.

La cifra de 1.700 cofrades para una villa como ésta representa un porcentaje muy alto de su población, aunque no todos ellos vivan habitualmente allí.

“EnVillaviciosa, donde la mayoría busca trabajo fuera de la región, hay mucha gente que, aún estando el resto del año fuera, tiene marcada la Semana Santa en su calendario. Vienen porque cumplen con la tradición de toda su vida en la familia, y se incorporan a las procesiones donde ya casi saben el paso que llevan, la mayoría, porque empiezan desde muy pequeños”, explica Daniel Rodríguez González, Vicepresidente de la Cofradía de Jesús Nazareno de Villaviciosa.

Salvo los años de la Guerra Civil, la Cofradía ha estado activa ininterrumpidamente en estos tres siglos y medio de vida. En aquellos años de enfrentamiento bélico, la cofradía perdió todas sus imágenes, que acabaron siendo pasto de las llamas. Tan sólo se salvó el paso del selpulcro, que no ardió al no ser de madera, y que procedía de una donación de una señora de la villa, realizada en 1902. Este puede contemplarse en la procesión del Viernes Santo.

A lo largo de su historia, uno de los principales objetivos ha sido mantener la coherencia y la tradición de la cofradía, adaptándose a los tiempos, pero sin perder su esencia primitiva, como son dos de sus actos principales, los sermones del Miércoles y del Viernes Santo. “Se trata de una especie de autos sacramentales o teatro litúrgico que se representa desde antiguo porque ayudaba a la gente a entender el momento”, explica Nicolás Rodríguez Martín, Mayordomo de la Cofradía. “Tanto el Sermón del Miércoles Santo, con el Encuentro entre la Dolorosa y el Nazareno, y el del Viernes Santo, con el Desenclavo, se representan exactamente igual desde sus comienzos, pues tratamos de mantener al máximo lo que se conserva de nuestros mayores”. Los dos sermones solían estar presididos por un fraile dominico, que dirigía toda la Semana Santa, algo que ha ido desapareciendo y recayendo sobre el párroco y otros sacerdotes diocesanos, que son invitados a participar de la Semana Santa de Villaviciosa, al igual que sucede con el responsable del sermón que inaugura la Semana Santa, y cuyo nombre se hará público el próximo sábado3 de marzo.

Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, la Cofradía de Jesús Nazareno sale a diario en procesión en Villaviciosa, salvo el lunes. “Hubo un tiempo en el que las procesiones se redujeron al Miércoles, Jueves y Viernes santos, pero desde hace unos años a esta parte hemos querido ir recuperando gradualmente procesiones que se habían ido perdiendo” –afirma el Mayordomo de la Cofradía–. “Una de ellas es la procesión del Silencio, el Martes Santo, una procesión especialmente emotiva, aunque no tenga una larga historia, porque a diferencia de otras se empezó a hacer en los años 40 o 50 del pasado siglo. En ella, sale el Cristo articulado –que se desenclava el Viernes Santo– y la Dolorosa. Se apaga el alumbrado público y les pedimos a los comercios que apaguen también los escaparates. La calle sólo está iluminada por la luz de las velas que llevan los cofrades, y es tal el silencio que sólo se escuchan las pisadas. No es una procesión multitudinaria, pues siendo martes sólo acude la gente de la villa, pero el silencio sepulcral y el ambiente que se consigue es algo digno de ver”, explica.

Precisamente ese ambiente de recogimiento, la austeridad y la solemnidad de esta Semana Santa maliaya, tan del norte y tan diferente de las del resto de España es la característica que sorprende a los visitantes, muchos de ellos acostumbrados a tradiciones muy distintas.

“Nos lo recordó el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, hace tan sólo unos días”, afirma Nicolás, Mayordomo de la Cofradía, “cuando, reunido con el Consejo Pastoral de la parroquia de Santa María, reconoció lo mucho que le había impresionado el silencio y el recogimiento de la gente en la procesión –él mismo participó en la del Viernes Santo del pasado año–. Ese silencio es muy difícil de conseguir y llama mucho la atención a la gente que viene, sobre todo de Andalucía”.

El hábito de la Cofradía de Jesús Nazareno de Villaviciosa es también muy particular: “Consiste en una túnica morada, con el escudo de la cofradía, un cordón de borlas amarillo y lo más peculiar, un gorro –llamado desde muy antiguo el capiello– que se encaja en la cabeza y que va hacia atrás, dejando al cofrade con la cara descubierta”. “Esta túnica fue siempre así –afirman desde la cofradía–, aunque sabemos que en los años posteriores a la guerra civil la gente salía con los trajes de calle, porque no había posibilidad de comprar las telas”, explican. Y es que otra de las peculiaridades que tiene la Cofradía de Jesús Nazareno es que las túnicas pertenecen a la cofradía, y no a los cofrades. Algo que ya ha sido así desde los comienzos, como se puede atestiguar en el libro más antiguo que se conserva. Se trata del segundo libro de registro de la Cofradía –el primero desapareció–, pero la suerte quiso que una familia de la villa, que lo custodiaba, lo donara al archivo histórico de la diócesis. En este volumen aparecen, copiadas del primero, las Constituciones de la cofradía y gracias a él, han podido conocerse también detalles tan curiosos como la venta de uno de los dos hórreos de la hermandad –en los que se almacenaban los enseres de la cofradía–para comprar un paso –el de San Juan–. En esa labor de almacenaje y cuidado de los enseres y túnicas de la Cofradía han jugado un papel impagable las religiosas Clarisas de la Villa, actualmente Cofrades de Honor, junto con el Regimiento Príncipe.

Para celebrar los 350 años de vida de la Cofradía, sus miembros llevarán a cabo actos conmemorativos, aunque tendrán lugar al finalizar la Semana Santa “para no interferir con todas las celebraciones”, tal y como explican los cofrades. Lo que sí parece claro es la posibilidad de trasladar la sede del Museo de la Semana Santa, que hasta ahora se conserva en un bajo, hasta el claustro del antiguo convento de franciscanos, junto a la parroquia. “Estamos esperando la respuesta definitiva del Ayuntamiento”, afirma Daniel Rodríguez, Vicepresidente de la cofradía, que reconoce que será “un cambio muy positivo para nosotros, ya que se guardarán los pasos y enseres más cerca, así como para el propio museo, que pasará a estar en un local más noble y fácil de localizar para los visitantes”.

Para mejorar el servicio, utilizamos cookies propias y de terceros. Si sigues navegando, entendemos que aceptas su uso según nuestra política de cookies.

Más información sobre cookies