El domingo, 31 de diciembre, la Iglesia celebró la Jornada de la Sagrada Familia, este año con el lema “La familia, hogar que acoge, acompaña y sana”, centrándose especialmente en el valor de la acogida y la hospitalidad, una virtud “esencialmente familiar”, tal y como han recordado en su mensaje para esta jornada los Obispos de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española.
En nuestra diócesis, la jornada se celebró en las parroquias, al tiempo que la Delegación episcopal de Familia y Vida elige cada año un destino como sede de referencia. En esta ocasión, la parroquia de San Lázaro del Camino, en Oviedo, ha sido la elegida para llevar a cabo una serie de actividades celebrativas, que se desarrollaron el sábado, día 30.
Los actos darán comienzo a las cinco y media de la tarde, con la acogida de las familias, y posteriormente los niños podrán disfrutar de actividades pensadas para ellos y organizadas por catequistas, mientras que los adultos asistirán a una conferencia con el título “¿Normas y límites?: Cómo educar a nuestros hijos y nietos”, a cargo de la pedagoga y profesora de la Universidad de Oviedo Carmen María Fernández García. A continuación y a modo de broche final, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, presidirá la eucaristía a las siete y media de la tarde, con procesión con la imagen de la Sagrada Familia que se conserva en la parroquia.
Se trata de un “acto de encuentro y sensibilización para las familias”, tal y como ha definido José Luis Pascual, Delegado episcopal de Familia y Vida. “Este año quizá es el que más orientado está a las familias, con un acto pensado específicamente para los niños, y una conferencia que busca ofrecer pautas prácticas para ayudar a los padres y a los abuelos con la educación”, señala.
La Jornada de la Sagrada Familia se celebra con más fuerza desde hace unos años, al sentir la Iglesia en España que “las diferentes políticas que han ido promoviéndose de un tiempo a esta parte no apoyan precisamente a las familias, y porque nuestro país se encuentra a la cola de los nacimientos y de las ayudas si lo comparamos con el resto de los países europeos –señala José Luis Pascual–. La familia en España sigue siendo la gran célula vital donde todo el mundo se siente acogido y apoyado, y por eso es necesario movilizarse y concienciarse de su importancia, recordando que es la base de nuestra sociedad”.
“La Iglesia quiere poner en el centro a la familia –destaca el Delegado episcopal de Familia y Vida– porque la Iglesia es familia de familias, y sin ella ni se comprende ni se conoce a una persona, pues no somos extraterrestres, todos hemos nacido en ese entorno. Sin la familia, falta esa célula inicial de socialización, el espacio vital donde el ser humano se desarrolla. Y concretamente para la Iglesia, la Sagrada Familia es el modelo a seguir, puesto que Cristo no se encarnó en el aire, sino que se encarnó en una familia donde creció en todos los aspectos formándose, con su padre y su madre”.
Junto a esta celebración de la Jornada de la Sagrada Familia, la Delegación episcopal de Familia y Vida desarrolla otras actividades a lo largo del año como la subida de las familias a Covadonga, en el mes de mayo, “un día festivo destinado a que se encuentren las familias católicas de las diferentes parroquias de la diócesis”, tal y como describe su Delegado, o la celebración del Día de la Vida, con motivo de la solemnidad de la Anunciación, el 25 de marzo, “otra festividad donde intentamos tomar conciencia de la importancia y la dignidad de la vida humana en todos sus momentos evolutivos”. Además, desde hace casi ya un año, se inauguró en la diócesis una nueva etapa del COF –Centro de Orientación Familiar–, con una nueva estructura y una nueva sede, que se encuentra ya dando sus primeros pasos.
Alrededor de cuarenta personas –todas ellas voluntarias, incluido el director– se encuentran vinculadas a esta nueva etapa del COF diocesano, que se creó como “Centro de orientación y ayuda a la familia, acogida y promoción de la vida”.
Este centro, al igual que en tantos otros COF repartidos por las diócesis españolas, pretende ofrecer, inspirado en los principios de la antropología cristiana, orientación y apoyo personalizado a todas las personas que se acerquen a él, buscando ayuda ante problemas en el ámbito familiar o matrimonial.
A través de la página web www.porlafamilia.es, es posible ponerse en contacto con esta fundación, en la que se ofrecen diversos servicios a través de profesionales (psicólogos, mediadores familiares, psiquiatras, expertos legales, etc.) y se abarca, desde la asistencia y terapia familiar desde un ámbito psicológico y asistencial, hasta la mediación o de asesoramiento legal en procesos de nulidad matrimonial, cursos de formación para novios, para jóvenes, o la atención a mujeres que han abortado y buscan apoyo psicológico y espiritual (el conocido como Proyecto Raquel).
Precisamente este proyecto es una de las líneas de actuación del COF diocesano más asentadas en la actualidad, que busca sanar y reconciliar consigo mismo a mujeres víctimas del síndrome post aborto, un trastorno del que se habla poco, pero que causa auténticos estragos en la salud psíquica de las mujeres o incluso de personas que han colaborado con un aborto. La labor de los voluntarios en torno a esta iniciativa de Iglesia, que está operativa en numerosas diócesis españolas ya, es fundamental, y es producto de una intensa formación. Formación que también se lleva a cabo en otras actividades que ofrece el COF, como es el ámbito de los Cursillos prematrimoniales o de la Educación afectiva y sexual destinado a jóvenes de entre 11 y 18 años en colegios y parroquias, “como complemento y ayuda a la tarea de los padres y educadores”. Ambas actividades comenzarán a llevarse a cabo próximamente, una vez finalizada la labor de formación de los profesionales, desarrollada con el objetivo de contar con un lenguaje común para todo el COF, de unificación de criterios y coordinación, una tarea “callada y sorda, que no trasciende, pero que se lleva haciendo durante todo este tiempo, desde que se inauguró el centro, para poder ponerse en funcionamiento con todas las garantías”, señala José Luis Besteiro, su director. Toda una serie de iniciativas que en definitiva no buscan “suplantar la labor que ya se hace en la diócesis, sino que serán actividades complementarias, y esperamos poder colaborar con todos aquellos grupos que llevan ya trabajando magníficamente en la diócesis desde hace muchos años. En un futuro, nos gustaría que nos coordinásemos todos, y que el COF fuera el centro de referencia de la diócesis para todas aquellas personas que acuden con problemas, buscando una ayuda desde el humanismo cristiano”.
