«Es esencial que los laicos sepan a qué están llamados dentro de la Iglesia»

Publicado el 22/09/2017
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AcciónCatólica3“Si nosotros no tenemos claro como laicos cuál es nuestro papel en la Iglesia y no nos lo creemos, no lo ponemos en práctica, poco vamos a sacar del resto de cosas. Es esencial que realmente se sientan corresponsables y sepan cuál es su vocación: a qué están llamados dentro de la Iglesia y en el mundo en el que viven”, así expresa Javier  Martínez, presidente de Acción Católica General en la diócesis, el reto al que se enfrenta este colectivo, cuya presencia intenta impulsarse y hacer más participativa a través del proyecto “Laicos de parroquia. Caminando juntos”, puesto en marcha por la Conferencia Episcopal Española y que desarrolla Acción Católica.

Muchas son las esperanzas y expectativas que se tienen en el papel de los laicos en la Iglesia, en su energía y capacidad para ser protagonistas, crecer en la fe y estar presentes en la sociedad como creyentes. Un desafío difícil y que implica fijar la atención en varios pilares claves: la espiritualidad, la misión de evangelizar, la formación y la organización, que pretende ser lo más inclusiva posible. Y todo ello firmemente apoyado en una vivencia de fe que les ayude a fundamentar su vocación y compromiso: “Necesitamos una fuerza que es más de la que nosotros podemos disponer y es la fuerza de la fe, la fuerza de Dios. Y eso requiere oración, tiempo de silencio… que es lo que nos sostiene y permite que seamos testigos y testimonio de esta fe en el mundo en el que vivimos”, afirma Javier. 

La parroquia como fundamento
Una fortaleza que encuentra en las parroquias su mejor aliado, en una “Iglesia familiar y cercana”. Estas son un espacio, dentro de la vida de cada barrio, para compartir y tener una experiencia de fe, y a partir de ahí desarrollar otras posibilidades y encontrar el propio camino. “Estamos sedientos de comunidad porque tendemos hacia el individualismo y necesitamos vernos, crear lazos de afecto”, comenta Javier, que señala que como esos propósitos se alcanzan en la parroquia de manera más inmediata. Al tiempo que añade que ésta “necesita a su vez de otras realidades fuera de ella para no quedarse en un grupo de amigos que están muy a gusto unos con otros, pero que no salen de allí. Tiene que abrirse al mundo. No tiene sentido si no está abierta a la realidad en la que vive”. Y así ofrecer, desde creencias bien arraigadas que siguen teniendo sentido, respuestas a la época que les ha tocado vivir.  
En su parroquia es donde Higinio Junquera, tras ser presidente de Acción Católica General, ejerce su vocación como laico. Contagia su vitalidad cuando habla de su labor y relata con honestidad las dificultades que cualquier creyente puedo encontrarse en su día a día. “A  la hora de expresar nuestra fe nos condiciona mucho el imaginar la reacción de la gente. Ser creyente hoy en día supone vivir sanamente un conflicto y hay que saber aceptarlo y vivirlo con naturalidad. No se trata de estar a mal con nadie, pero supone a lo mejor que en momentos determinados tienes que dar testimonio del creyente con palabra y con hechos”. Una situación con la que cualquiera puede sentirse reflejado y también dubitativo sobre qué actitud tomar , “hay que explicitar la fe, no se trata de ser pesado tampoco, pero hay que saber dar la proporción a las personas en el momento vital en el que están”, aconseja Higinio.

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