El jueves 14 de septiembre se celebró la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, una fecha muy especial en muchos lugares como la Catedral de Oviedo, pero también en Avilés, especialmente en la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa Vera Cruz, que celebró su día grande.
Desde que en el año 1953 recibiera, por intercesión del obispo Lauzurica, un fragmento de la reliquia de Lignum Crucis que se conserva en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana (Cantabria), ésta ha pasado a ser el tesoro y el símbolo de la cofradía, que venera desde antiguo a la Virgen en su advocación de Nuestra Señora de la Soledad. Desde entonces la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz ha sido celebrada con devoción en la cofradía, pero este año con más intensidad si cabe, puesto que en Liébana se celebra un Año Santo Jubilar. Con este motivo, desde hace meses la cofradía viene trabajando y preparando con ilusión el acto que tendrá lugar esta tarde, a las siete, y que supone para sus miembros todo un acontecimiento, puesto que la reliquia pasará de permanecer guardada, para la devoción personal de los miembros de la cofradía, a exponerse de manera continua al público, en un lugar emblemático para ellos: la capilla de la Virgen de la Soledad, en la parroquia de Santo Tomás.
“Un gesto que entendemos que tiene gran importancia –explica Iván Álvarez, maestro de ceremonias y coordinador de la revista Mater– no sólo para la cofradía, sino también para Avilés, porque de esta manera todo el que lo desee, y también los peregrinos del Camino de Santiago que pasan por delante, pueden parar y entrar a venerar la reliquia”.
Ésta se expondrá en una urna de castaño, con cristal blindado y medidas de seguridad, y estará ubicada también, y simbólicamente junto a la tumba del avilesino Fray Valentín Morán, religioso mercedario del siglo XVIII que llegó a ser obispo de Canarias y que expresó su deseo de ser enterrado precisamente en esta capilla.
Será hoy, 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el día elegido para entronizar la reliquia en la Capilla de la Virgen de la Soledad de la parroquia de Santo Tomás, y tendrá lugar en el contexto de una misa solemne, presidida por el Vicario episcopal de Avilés-Occidente, Jesús Emilio Menéndez. El acto comenzará a las siete de la tarde con el rezo del Santo Rosario, y a las siete y media tendrá lugar una procesión por el interior del templo, y posteriormente se celebrará la eucaristía. La reliquia será trasladada a su capilla definitiva antes de finalizar el oficio religioso, que además será acompañada musicalmente por el Coro Amigos de Sabugo.
Estarán presentes en el acto el arcipreste de Avilés, Vicente Pañeda; el, hasta ahora, párroco de Santo Tomás –se despide el domingo de sus feligreses–, José Antonio González Montoto; el recién nombrado párroco, Reinerio Rodríguez, y la junta directiva de la cofradía, con su hermana mayor, Belén Fernández, a la cabeza, así como todos los cofrades y avilesinos que deseen compartir este momento.
Obra social
La cofradía mantiene año tras año una importante labor social, colaborando siempre con distintas causas en función del momento. Esta tarde, concretamente, se entregará lo que denominan el “donativo anual” al sacerdote diocesano y misionero en Tailandia, Fermín Riaño, que estará presente en el acto.
Además, todos los ingresos que se obtengan por la venta del libro “El Lignum Crucis de Avilés”, escrito por el historiador Román Álvarez y editado por la propia cofradía, se destinarán a colaborar con la investigación del Síndrome de Rett, una causa con la que están especialmente comprometidos, dado que una de las pequeñas cofrades está aquejada de esta enfermedad.
La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa Vera Cruz está compuesta por unos 500 cofrades, de los que el 65% son mujeres, y cuenta con “una buena cantera juvenil”, tal y como reconocen desde la institución. La exposición permanente de la reliquia de Lignum Crucis será un paso más en su compromiso con la villa.
